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El miedo y la renta van a ser ʻelementos clave en el ritmo de recuperación’

martes 14 de abril de 2020, 07:00h
Hay posturas que proponen aprovechar la crisis para realizar cambios estructurales.
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Hay posturas que proponen aprovechar la crisis para realizar cambios estructurales.
El Instituto Universitario de Investigación de Inteligencia e Innovación Turística de la Universidad de Málaga (i3t-UMA) ha publicado una serie de reflexiones sobre los efectos del Covid-19 en el Sector. Su fin es el de proponer acciones que amortigüen y recuperen la importancia del Turismo en España.

El impacto de la crisis provocada por el coronavirus va a condicionar la actividad turística tal y como la conocemos, ya que está afectando directamente a la movilidad de las personas. "Siempre hemos sabido que la actividad turística es vulnerable, y en este caso frente a una emergencia sanitaria, el Turismo no es una prioridad", explica el Instituto Universitario. Algunos estudios sobre posibles escenarios hablan de que no se producirá un repunte hasta el mes de octubre. Ante tan funestas previsiones, "crece la incertidumbre y el miedo a la desaparición de buena parte de esta actividad a corto plazo, con lo que esto supondría, sobre todo, en muchas sociedades estructuradas en torno al mismo".

La comunidad científica, las instituciones internacionales e incluso alguna consultora se han puesto manos a la obra y comienzan a proliferar estudios cuantitativos realizados para estimar, con mayor o menor acierto, los números del desastre. "Una lectura transversal nos permite identificar otro punto de coincidencia entre aquellos estudios sobre otras trágicas catástrofes vividas, como tsunamis, terremotos, macroincendios e incluso ataques terroristas". Sin embargo, hay dos aspectos sustanciales que lo diferencian. Según i3t-UMA, la primera es que esta crisis "no destruye infraestructuras ni devasta físicamente el territorio, lo que implica que no se pueda circunscribir a un espacio concreto (el enemigo invisible), pero por otro lado podría posibilitar un relanzamiento de la actividad en un menor periodo de tiempo". Asimismo , "no sabemos cuándo va a acabar, lo que obliga a formular diferentes escenarios con diversos niveles de destrucción de riqueza y sufrimiento".

El drama socioeconómico es brutal para todos los subsectores del Turismo

Según las previsiones estimadas en las últimas semanas por el Consejo Mundial del Viaje y el Turismo (WTTC) y la Organización Mundial de Turismo (OMT), "es un hecho patente que la situación actual ha congelado literalmente la actividad turística hasta su desaparición en muchos lugares, con las ya consabidas repercusiones para los destinos". El drama socioeconómico es brutal para todos los subsectores del Turismo. "La aversión al riesgo de los turistas (el miedo) y la renta disponible, van a ser elementos clave para el ritmo de recuperación de la demanda, ya que comenzarán a viajar antes aquellas personas con menor aversión al riesgo (con menos miedo a contagiarse) y con mayor nivel de renta", explican desde i3t-UMA. Por supuesto también hay que tener en cuenta el desfase entre el final del Estado de Alarma y la recuperación de la actividad turística y aquí se deben diferenciar dos fases: primero, la disponibilidad de uso pleno de los servicios e infraestructuras turísticas y segundo, la progresiva recuperación de la demanda (en base a lo expuesto anteriormente).



Repensar el Turismo

Puesto que esta crisis se trata de un hecho coyuntural, el pensamiento mayoritario es que "lo más probable es que no suponga un cambio radical en el Sector Turístico". Ante esta situación hay posturas que proponen aprovechar la crisis para realizar cambios estructurales en la actividad turística, apostando por "un futuro modelo donde se priorice un Turismo de proximidad basado en una mayor integración del turista con el territorio y sus valores; en definitiva, un Turismo más sostenible e igualmente más seguro". Para i3t-UMA cabe preguntarse por la posibilidad de transformación potencial de ciertas estructuras de la demanda. "Quizá esta crisis nos esté indicando, una vez más, que la esperanza de cambio debe brotar de la demanda", concluyen.