“Todo comenzó cuando a María, de Proclade Bética, Organización No Gubernamental para el Desarrollo (ONGD) vinculada a los Misioneros Claretianos en Sevilla, le pidieron ayuda para conseguir material de protección para sus trabajadores y los ancianos que allí vivían”, informa la asociación en un comunicado.
La patronal hotelera ha destacado que la red de colaboradores “se inició a través de María y su marido, y fueron quienes contactaron con la asociación”. El grupo, de 150 voluntarios, lo componen, entre otros, costureras, empresarios que aportan algún material para confeccionar las tan escasas mascarillas o batas de protección o farmacias que sirven de puntos de entrega y recogida de esta materia prima.
En este sentido, la existencia de este grupo de voluntarios se ha extendido tanto entre las residencias de mayores, que han llegado también a cubrir déficit de material, a las Hermanitas de los Pobres o el Hospital de San Lázaro e incluso fuera de Sevilla, a un geriátrico de Jerez. Muchos hoteles de la ciudad también han donado bolsas de basura tipo saco para hacer batas protectoras con termosellado, muy demandadas también por el personal sanitario de hospitales como Virgen del Rocío o Virgen Macarena", añade.