«En estos momentos en que el Gobierno español ha sacado numerosas leyes sobre medidas para luchar contra el Covid-19 e intentar paliar sus efectos, creo que es el momento para que les hagamos llegar todas las reflexiones de nuestro Sector MICE para que se tengan en cuenta.
Todos sabemos que el sector turístico está muy perjudicado por la situación actual, pero, sin duda alguna, el Sector MICE va a ser el que más difícil va a tener su recuperación, ya que todas las operaciones reservadas se han anulado (es decir, no hay ni una sola operación ni en marzo, ni en abril, ni en mayo, ni en junio, ni en agosto, ni en septiembre), y lo dramático es que no entra ni una sola petición para los meses sucesivos. Por lo tanto, cuando esta situación se solucione, todos volverán a abrir las puertas de sus negocios y los hoteles, las agencias de viajes emisoras y los proveedores de turismo vacacional empezarán poco a poco a vender y a facturar; pero las agencias que se dedican al MICE seguirán sin facturar nada de nada hasta que los eventos se vuelvan a operar y eso, con suerte, no va a ser antes del segundo trimestre de 2021, y esto saca a la luz un tema que no tengo ninguna duda de que puede provocar otro tsunami social.
En las medidas aprobadas por el Gobierno español hay restricciones y penalizaciones a las empresas que se acojan a un ERTE y después tengan por algún motivo que despedir en los siguientes seis meses. Y yo me pregunto: ¿qué es lo que haría una empresa usando la lógica? Pues, seguramente, primero despedir y después solicitar el ERTE.
"Dentro de los ERTEs se deberían prever unas condiciones diferentes para las empresas que no van a poder recuperarse en el plazo de los seis meses"
Está más que claro que cuando pase esta crisis, determinados sectores como la hostelería de cuatro y cinco estrellas orientados al Business Travel, y toda la cadena de autocares, DMCs, restaurantes de cierta categoría, empresas de audiovisuales y un largo etcétera, no van a recuperar la actividad inmediatamente. Concretamente, los DMCs no vamos a operar un solo evento hasta septiembre, en la mejor de las hipótesis. Consecuentemente, los hoteles no van a recibir convenciones hasta septiembre en el mejor de los casos, por lo que a todos los que trabajamos en Sector MICE nos sobrará personal por todos los lados y no podremos despedir si estamos agonizando, porque eso nos obligaría a devolver la ayuda de los ERTEs. ¿Qué ocurrirá entonces? Pues entonces, o quebramos, o despedimos ya y solicitamos el ERTE después. ¿Sabe el Gobierno qué significa despedir ya? ¿Cuántos miles de personas pueden ir a la calle?
Partimos del principio de que el 95% de los empresarios quieren a sus equipos, y los quieren proteger (las empresas asociadas en SpainDMCs están entre ellas). Concretamente, los DMCs son socialmente responsables e intentarán defender a su gente y los puestos de trabajo de sus equipos, pero si el empresario sabe que se le va penalizar estando él muy débil, si tiene que despedir en mayo no esperará y despedirá ya.
En SpainDMCs consideramos que es un grave error no modificar esa disposición en la ley, que, para la industria MICE, es impresionantemente prejudicial. La recuperación será lenta y difícil y no tendrá efecto hasta que pasen siete u ocho meses, por lo que, si esa condición no se levanta, ¿alguien se extrañaría de que el empresario piense "mejor opto por despedir ahora a unos seis o siete empleados, los que más barato me salgan y ya los contratare cuando pueda y esto remonte"? Ahora pensemos en esto, pero a nivel de cadenas hoteleras con establecimientos donde el MICE tenga un peso considerable en la cuenta de explotación, y trasladémoslo ahora a todo el sector de servicios del MICE.
Esperamos que esta reflexión ayude, a quien tenga poder de decisión, a entender que dentro de los ERTEs se deberían prever unas condiciones diferentes para las empresas que no van a poder recuperarse en el plazo de los seis meses. Si no lo hacen, España se verá con muchísimos desempleados más. Está claro que las empresas, después de pasados los ERTEs, solo despedirán si es de extrema necesidad. Pero no se les puede condicionar a mantener el empleo durante seis meses porque sería hundirlas. Y si no lo hacen, antes de hundirse, las empresas despedirán antes de los ERTEs».