Los hoteleros han cedido, por vez primera, establecimientos urbanos para uso hospitalario y han mantenido abiertos los hoteles para dar servicio a clientes hasta el último check-out. Los transportistas asumen el desplome de viajeros cancelando rutas y adaptándose a las decisiones de restricciones y cierres de aeropuertos de los diferentes Gobiernos...
Por su parte, Organizaciones empresariales y lobbies sectoriales hacen sus deberes trasladando al Gobierno la situación y necesidades del empresariado. Cuestión aparte es la respuesta obtenida (en forma de medidas adoptadas por el último Consejo de Ministros extraordinario), que aporta acceso al crédito con el aval estatal y facilita la agilización de expedientes temporales de regulación de empleo y la suspensión de cotización... Aunque están por confirmar los porcentajes y garantías crediticias y falta el detalle de las medidas propuestas.
Si en junio la pandemia está controlada, asistiremos a la mayor campaña de ventas de última hora que hayamos conocido
Está por ver, en suma, si las medidas del Gobierno son equiparables a las de Alemania e Italia, pero quedan muy por debajo de las adoptadas por Francia, que sí ha apostado claramente por las empresas y los trabajadores, anulando temporalmente la cuota de Seguridad Social e impuestos, ante la gravedad de la situación creada.
La controversia entre los dos socios del Gobierno para optar por rescatar a los ciudadanos o a las empresas ha complicado la concreción de unas medidas cuyo valor depende, precisamente, de la inmediatez de su aplicación. Y, en cualquier caso, se quedan cortas ante la gravedad de la situación, que exige cirugía inmediata, no maquillaje.
Que la acción del Gobierno llegue tarde y sea insuficiente, pese a conocer con precisión la situación y necesidad del Sector Turístico, tendrá un elevado coste que, lamentablemente, pagará el Sector en carne propia y tendrá graves consecuencias en quiebras de empresas y pérdidas de puestos de trabajo.
El Turismo se ha convertido en la primera actividad económica nacional no gracias a, sino a pesar del Estado. Ningún Sector ha demostrado en España tal dinamismo empresarial ni capacidad de adaptación como el Turismo.
Afortunadamente, conociendo la idiosincrasia de los españoles, si la epidemia queda controlada en junio el mercado emisor puede impulsar una gran temporada de verano, que recupere al menos una parte de lo perdido. Tras semanas (o meses) de enclaustramiento doméstico las vacaciones se convertirán en una necesidad absoluta para los españoles... y los mercados receptivos europeos.
Asistiremos, probablemente, a la mayor campaña de ventas de última hora que haya conocido nuestro Sector. Un Sector que cuenta con los profesionales y tecnología para responder a este difícil reto. Esta es la única esperanza que nos anima, en estos tiempos de incertidumbre
Que le sea útil. Ese es nuestro mayor interés.