Con la Semana Santa perdida, la clave está en el control de la pandemia antes de la temporada de verano
Madrid está sufriendo un duro golpe al alcanzar la epidemia nivel cuatro, lo que sitúa a la capital de España en un riesgo similar al de China o el norte de Italia. La suspensión de clases en todos los grados de enseñanza, desde preescolar a la universidad, por parte del Gobierno autonómico, sumada a la prohibición de reuniones de más de 1.000 asistentes y la reducción a un tercio de los aforos para el resto, que ha decretado el Gobierno de España, además de la recomendación de "evitar los viajes que no sean estrictamente necesarios", pone al Turismo en una situación tan grave como insólita. La cascada de anulaciones de rutas aéreas a/o desde diversos destinos, además de chinos e italianos, se une a la orden de desinfección diaria de transportes públicos en Madrid, la celebración a puerta cerrada de partidos de fútbol o la suspensión de conciertos o espectáculos, que dejan vacíos estadios como el Santiago Bernabeu y el Camp Nou, o el Teatro Real, el Auditorio Nacional y el Liceo de Barcelona. Sin hablar de los restaurantes semivacios en gran parte de España.
La suspensión de las Fallas de Valencia, a las puertas de la Semana Santa y de la Feria de Abril en Sevilla (que reúne a un millón de personas en el día de más afluencia) anticipa una Semana Santa que el Sector da por perdida.
Dos grandes eventos sectoriales se han suspendido. Pese a contar con la confirmación de asistencia de 180 profesionales, la Unión Nacional de Agencias de Viajes (UNAV) ha aplazado ya hasta septiembre el XXIII Congreso Nacional de Turismo, que debía haberse celebrado en Cádiz del 19 al 21 de marzo, a causa de la extensión del Covid-19 en la Comunidad de Madrid, donde están radicadas la mayoría de sus agencias. También la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV) se ha visto obligada a posponer sus Jornadas Técnicas para Agentes de Viajes, que debían haberse inaugurado el jueves 12 de marzo en Viena, "debido a la situación y a la saturación de trabajo de nuestras agencias", apuntan desde CEAV, "cuya máxima prioridad es atender a sus clientes".
Con unas ventas en encefalograma plano, la suspensión de los viajes del Imserso ponen a las agencias al límite de la subsistencia, hasta el extremo de que una parte del Sector tendría serias dificultades para pagar las nóminas de abril. Hasta la negociación del Convenio Laboral del Sector se ha debido suspender. Todo con la vista puesta en el control de la epidemia antes de la temporada de verano, cuyo fracaso abocaría a la economía española a una situación crítica. Queda la esperanza de que el cambio climático adelante el calor y, con ello, se frene la expansión de la pandemia.
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