Hace referencia al impacto de la crisis del modelo Max y a los problemas con el motor Rolls-Royce
La aerolínea argumenta que los resultados se han visto afectados por la
puesta en tierra a nivel mundial del modelo Max y los
problemas con el motor Rolls-Royce. Al mismo tiempo, reconoce que 2019 fue "un año desafiante para la industria, marcado por un entorno comercial difícil".
A pesar del incremento de la pérdida neta, el equipo directivo defiende la gestión.
Su director financiero, Geir Karlsen, destaca que "
2019 marcó una nueva ruta de vuelo para Norwegian, ya que cambió su enfoque estratégico del crecimiento a la rentabilidad". "Hemos logrado nuestro objetivo inicial de ahorrar 229 millones de euros con el programa de reducción de costes # Focus2019 y hemos concluido varios hitos financieros positivos", resalta. Asimismo, avanza que "el enfoque de volver a la rentabilidad continuará mientras nos centramos en el Programa Next para construir un negocio sólido, sostenible y rentable que beneficie a clientes, empleados y accionistas".
Por su parte, el CEO de la aerolínea, Jacob Schram, afirma que "
a lo largo de 2020 convertiremos los desafíos en oportunidades, contribuyendo a una industria de la aviación sostenible y rediseñando nuestros productos y servicios". "Continuaremos cambiando y adaptándonos para seguir atrayendo tanto a clientes de negocios como de ocio", sentencia.