"El año 2019 fue difícil para la aviación y 2020 ha tenido un comienzo trágico y desafiante", reconoce
el director general y consejero delegado de la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA), Alexandre de Juniac. En concreto, hace referencia al
derribo del avión de pasajeros ucraniano que volaba sobre suelo iraní, recordando que "los aviones comerciales son instrumentos de paz, no objetivos militares". "La seguridad es la prioridad número uno de la industria de la aviación y estamos unidos en nuestro deseo de comprender y aprender de las circunstancias de esta tragedia", prosigue.
IATA reconoce el impacto del coronavirus en la aviación
En relación al brote de coronavirus, defiende que "las aerolíneas tienen estándares bien desarrollados y mejores prácticas para garantizar la seguridad". Pese a ello, reconoce que "la demanda ha caído en las rutas asociadas con China y las aerolíneas están respondiendo a esto reduciendo la capacidad en este país tanto a nivel nacional como internacional".
El tráfico sufre una clara desaceleración en 2019
De Juniac ha hecho estas declaraciones con motivo de la presentación de los resultados de tráfico aéreo del global de 2019. Según los datos recogidos por el
lobby aéreo,
la demanda ha crecido un 4,2%, lo que supone una clara
desaceleración en comparación con la tasa del 7,3% alcanzada en 2018. Las aerolíneas han sabido anticiparse a esta ralentización, incrementando únicamente la oferta un 3,4%, gracias a lo cual el factor de ocupación sube 0,7 puntos, , con un récord del 82,6%.
En lo que respecta al tráfico internacional, la demanda crece de media un 4,1% en el global de 2019. La capacidad, por su parte, lo hace un 3%.
Los mayores aumentos de pasajeros corresponden a África (+5%), Asia-Pacífico (+4,5%) y Europa (+4,4%). Le siguen América del Norte, Latinoamérica y Oriente Medio, con tasas respectivas del 3,9%, 3% y 2,6%.