La idea de acoger este encuentro que no pudo organizarse en Chile, como estaba previsto, partió del Gobierno de España, concretamente del Ministerio de Transición Ecológica. "Recibí una llamada de la ministra, Teresa Ribera, en la cual me dice: 'estamos pensando en acoger la cumbre del clima', y mi pregunta fue: '¿Para qué año?' Su respuesta fue: 'Para este mes', afirma López Puertas.
Inmediatamente, según indica el director general de Ifema, comprobaron la disponibilidad de espacios, ya que no se podía cancelar ningún evento, y asegurarse de que iban a llegar a tiempo. "Nos propusieron el reto a las a las 12:30 y a las 14:00 confirmamos con una respuesta afirmativa", asegura.
La clave del éxito de la organización del evento ha sido "el trabajo en equipo"
A pesar de las dificultades y el poco tiempo que tenían para organizar el evento, la clave del éxito de la organización del evento ha sido, según López-Puertas, "el trabajo en equipo". "Cada departamento asumió la responsabilidad de su tarea", teniendo "una reunión diaria donde hacíamos una apuesta común con el problema, la solución y veíamos cómo podía afectar al resto de tareas", señala el directivo. "La gestión del proyecto la realizamos internamente, bajo mi coordinación", añade. Finalmente, concluye que "cuando todo el equipo está enfocado hacia un mismo objetivo, se consiguen los resultados".
Aspectos más destacados
Entre los principales retos que se encontraron en la organización del evento, López-Puertas destaca
la seguridad como uno de los más importantes. "Nuestro director de seguridad tuvo que coordinarse con Naciones Unidas, con la Policía Nacional y con la Policía Municipal", afirma. Otros retos fueron las
telecomunicaciones, el
montaje de stands, la
gestión de personal, la
gestión de prensa y la
gestión de personalidades. "Entre presidentes de Gobierno y jefes de Estado sumamos 50 visitas, además de la de Su Majestad la Reina que vino dos días, y del presidente de Gobierno español", indica el director general de Ifema.
Eduardo López-Puertas se muestra muy satisfecho de la reacción de Ifema y de Madrid ante este reto, destacando que "es un
business case de
cómo Ifema y Madrid como ciudad han sido capaces en tan poco tiempo de organizar una cumbre de esta complejidad y dimensiones. Ahora es importante que todo el mundo conozca la profesionalidad de Ifema, de sus instalaciones, de sus profesionales".