Badia, que ha señalado que el Consistorio barcelonés tiene previsto decretar la emergencia climática en la ciudad a mediados de este mes, ha reconocido que no tiene competencias en el aeropuerto ni en el puerto, pero ha pedido la "complicidad" de todas las Administraciones para contribuir a reducir las emisiones de estas dos infraestructuras. Por ello, cree que es necesario crear una mesa trabajo con el Gobierno de España, la Generalitat de Cataluña y el propio Ayuntamiento de Barcelona para trabajar en esta dirección, añadiendo que "es incompatible el crecimiento exponencial del puerto o del aeropuerto con políticas de reducción de emisiones".
El concejal ha afirmado que "destinos que tengan una conexión ferroviaria no tiene sentido que tengan una conexión aérea, por ejemplo, el Puente Aéreo Barcelona-Madrid, ya que tiene una alternativa ferroviaria que no emite emisiones". Por tanto, apostar por el tren, además, ayudaría, según Badia, a "revalorizar la inversión ferroviaria, y a amortizarla".
Un ataque al turismo
La Asociación Española de Usuarios, Empresarios y Profesionales del Transporte Aéreo (Asetra), que preside
Ignacio Rubio del Pino, ha emitido un comunicado en el que considera que la medida propuesta por el Ayuntamiento de Barcelona para suprimir el Puente Aéreo Barcelona-Madrid aludiendo a la contaminación que sufre la ciudad condal,
es un "ataque directo al turismo". Asetra señala que la "excusa de la contaminación aérea lleva implícito un plan para perjudicar el turismo en la ciudad y el desarrollo de la instalación aeroportuaria".
La asociación asegura que es falso que las aeronaves produzcan el efecto contaminador que el consistorio barcelonés les atribuye y que
el impacto ambiental del transporte aéreo representa entre el 2 y el 3% de las emisiones mundiales. Por tanto, Asetra exige al Ayuntamiento que no culpe al Puente Aéreo de la contaminación en Barcelona y mire los efectos contaminantes que producen los caminos que a diario circunvalan Barcelona o su Zona Franca, o que mida las emisiones que provoca la actividad del puerto de Barcelona, "que superan con creces las provocadas por el transporte aéreo". Para Asetra, la alternativa ferroviaria para el corto recorrido que el Ayuntamiento propone "
no es comparable ni puede competir con la rapidez que supone el transporte por vía aérea".