La quiebra de Thomas Cook no ha tenido influencia alguna
Entre las razones que explican esta caída, la más evidente es la recuperación de destinos competidores como Turquía y, especialmente, Túnez, a los cuales suele desplazarse un perfil de viajero que opta de forma mayoritaria por esta forma de organización. Por el contrario, la quiebra de Thomas Cook no parece tener, al menos a simple vista, un impacto en las entradas, ya que en los dos meses posteriores a su caída ha mejorado la evolución de esta tipología de viaje.
Echando la vista atrás, llama la atención que el ‘paquete’ turístico llevaba al menos tres años creciendo (el INE solo dispone de datos a partir de 2016), si bien también es cierto que había experimentado una clara desaceleración. En 2016 su uso experimentó un fuerte repunte del 16,3%, un año después creció un 4,5% y en 2018 lo hizo un 1,6%.
El gasto en viajes combinados retrocede cerca del 3%
Los 22,3 millones de extranjeros que se han decantado por esta modalidad de viaje en 2019 han destinado a su contratación un total de
17.610 millones de euros, lo que supone un retroceso interanual del 2,7%. En este apartado ocurre algo similar a lo acaecido en las llegadas. Y es que en los tres ejercicios anteriores se había incrementado el gasto cada vez con menor intensidad.
En el global de 2016
ascendió a 16.971 millones, un 11,9% más que en 2015. Un año después, en 2017, el desembolso destinado a la adquisición de viajes combinados aumentó un 6,8%, hasta 18.136. Y finalmente, en 2018 llegó a 18.889, un 4,1% más.