Los principales indicadores son positivos
Sorprende la evolución negativa de los salarios si se tiene en cuenta el buen momento que atraviesa un sector con niveles de empleo muy superiores a los registrados antes del estallido de la crisis económica en el año 2007. Si bien es cierto que la rentabilidad continúa siendo el talón de Aquiles, la cifra de negocio de minoristas y turoperadores crece un 6,6% en el primer semestre, lo que representa el tercer mejor dato registrado en la primera mitad de año durante la última década. Otro dato destacable es el aumento del 2,5% de la producción aérea de las agencias con título expedido por la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA), que se sitúa entre enero y julio en 3.195,8 millones de euros.
Varios años de subidas
Volviendo a la cuestión salarial, cabe recordar que
2018 se cerró con un alza del 0,8% (1.956,3 euros), por debajo tanto del Índice de Precios de Consumo (IPC) como de lo estipulado en el Convenio Colectivo Estatal de Agencias de Viajes, ascendiendo a 1.956,3 euros. La pérdida de poder adquisitivo de los profesionales en dicho año contrasta con los datos observados en ejercicios anteriores. Por ejemplo,
en 2017 el sueldo medio de los agentes de viajes registró un repunte interanual del 2%, situándose en 1.941,1 euros mensuales. En 2016 se produjo un incremento del 2,4%, con 1.875,3 euros, mientras que en 2015 el salario bruto creció un 3,5%, hasta 1.831,9 euros.