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ECTAA clama contra la inacción de la UE tras 36 quiebras aéreas en dos años

miércoles 11 de septiembre de 2019, 07:00h
El cierre de Aigle Azur ha dejado en tierra a 13.000 pasajeros.
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El cierre de Aigle Azur ha dejado en tierra a 13.000 pasajeros.
Aigle Azur es la última incorporación a la larga lista de aerolíneas que han dejado de operar, dejando a cientos de miles de pasajeros afectados. Así lo advierte la Agrupación Europa de Asociaciones de Agencias de Viajes (ECTAA), que insiste en la necesidad de que exista una regulación eficaz que proteja a los viajeros ante quiebras aéreas. Según detalla, en los dos últimos años se han producido 36 ceses de operaciones solo en Europa.
Lamenta que la situación se repite después de cada cierre


En palabras de su presidente, Pawel Niewiadomski, "la situación se repite después de cada cierre: los pasajeros quedan varados en el extranjero y tienen que comprar nuevos billetes sin perspectivas reales de reclamar el reembolso de los no utilizados". "Actualmente no existe una protección adecuada", lamenta.

Si bien los viajeros que contratan un ‘paquete’ turístico sí están protegidos gracias a la Directiva de Viajes Combinados, dicho mecanismo no se extiende al resto de usuarios del transporte aéreo. Al respecto, ECTAA critica que mientras que tanto agencias de viajes como turoperadores se ven obligados a proporcionar "costosas garantías financieras o disponer de seguros contra su propia insolvencia", no existen requisitos equivalentes para que las aerolíneas protejan de un modo efectivo a sus clientes.

Se esperan más cierres

El lobby de agencias advierte que "la estructura actual de la industria aérea hace presagiar que se producirá una mayor consolidación en los próximos años, lo que probablemente causará más quiebras". Por todo ello, insiste en la necesidad de que se establezca un sistema de carácter obligatorio para todas las líneas aéreas de la Unión Europea.

Finalmente, lamenta el hecho de que los legisladores de la Unión Europea y nacionales "no sean más ambiciosos en la protección de sus ciudadanos". "A pesar de dos importantes estudios sobre quiebras aéreas, que evalúan el impacto en los pasajeros y las opciones viables para protegerles mejor, los legisladores europeos aún no han decidido legislar en esta área", denuncia, asegurando que "esto es decepcionante teniendo en cuenta que un estudio de 2011 demostró que la solución más efectiva y factible era introducir un fondo de reserva general".