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El Hotel Monasterio de Piedra & Spa incluido en la categoría de ‘Hotel Monumento’

lunes 15 de julio de 2019, 07:00h
Monasterio de Piedra.
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Monasterio de Piedra.

La Dirección General de Turismo de Aragón ha reconocido al Hotel del Monasterio de Piedra la especialidad de ‘Hotel Monumento’, uno de los primeros establecimientos en Aragón en haber recibido la distinción. El Monasterio estaba ya incluido en el Inventario del Patrimonio Cultural Aragonés conforme a la Ley 3/1999, como ‘Bien de Interés Cultural’, gracias a su relevancia histórica, arquitectónica y artística.

La reconversión en alojamiento del antiguo Monasterio Cisterciense del Siglo XIII, acometida inicialmente a finales del siglo XIX, y consolidada en la segunda mitad del XX, es fruto de una decidida apuesta por el respeto al patrimonio cultural y natural. Con más de 800 años de historia, el Monasterio de Piedra es, hoy en día, un referente de turismo sostenible que conjuga arte, naturaleza y gastronomía.

Actualmente, el Hotel cuenta con 62 habitaciones habilitadas en los espacios anteriormente ocupados por las celdas de los monjes. Junto al claustro del siglo XIII, el conjunto también dispone de una piscina al aire libre y zona de spa de más de 500 metros cuadrados, restaurantes, salones de descanso, bares y salas para celebrar reuniones. Asimismo, próximas al hotel existen amplias zonas ajardinadas y arboladas, aparcamientos, terrazas y espacios de paseo y descanso.

Actualmente, el Hotel cuenta con 62 habitaciones habilitadas en los espacios anteriormente ocupados por las celdas de los monjes

La Recepción se encuentra en uno de los espacios más espectaculares de todo el conjunto, una gran escalera que data del siglo XVI y que fue construida gracias a las donaciones de personajes ilustres como Fray Hernando de Aragón, Arzobispo de Zaragoza y nieto del rey Fernando el Católico, ordenado sacerdote en Piedra en 1524. Alzando la vista, podremos disfrutar de unos frescos del siglo XVII, recuperados en 2013, pintados en rojo y ocre, que adornan la parte alta de los muros. El vestíbulo es una nave de planta rectangular, dividida en cinco tramos cubiertos con bóvedas de crucería de terceletes y combados.

En el siglo XVI, se realizaron nuevas obras con el fin de ampliar y remodelar las dependencias monacales que incluía la reedificación de la cabecera del templo. Sin embargo, la crisis económica del siglo XVII explica el abandono de la mayoría de estos proyectos, centrando todo el esfuerzo en la edificación de un nuevo claustro que se sumaría a las dependencias medievales. En el lado sur del claustro nuevo se emplazaron más de 50 celdas abiertas al jardín. Eran habitaciones espaciosas que contaban con una cama, un arca para guardar los hábitos, una mesa y una librería. A mediados del siglo XX comienza la explotación moderna hotelera del claustro nuevo y alto, acondicionando las celdas con todo lo necesario para acoger a los huéspedes.

La vida de los monjes cistercienses durante la Edad media se hacía en completa comunidad, vivían juntos en torno al claustro, dormían, comían, oraban y trabajaban juntos. A raíz de la construcción de las celdas individuales, este dormitorio común se mantuvo para que en él pernoctaran los novicios. Con el inicio de la explotación hotelera, se acondicionó para albergar el Restaurante Reyes de Aragón, donde hoy se puede degustar una amplia oferta gastronómica. Como restaurante, aunque en este caso se reserva para eventos privados, también se usa la biblioteca construida en 1584, una estancia cubierta con una cúpula tardo-gótica con 57 claves, cuya bóveda dibuja una flor de ocho pétalos.

Entre la reconversión de las dependencias monacales también se encuentra el antiguo granero que acoge actualmente el salón-cafetería. Dispone de dos plantas y del jardín conocido como el Rincón del Poeta. Con la misma función, encontramos el salón Gaufrido, llamado así en honor al primer abad del Monasterio de Piedra, Gaufrido de Rocaberti, en el año 1194.