Un 20% de españoles destinará más dinero a sus vacaciones
Según la información recogida, el gasto medio previsto es de 2.034 euros por persona, cifra ligeramente inferior a la destinada en el verano de 2018. El 42% de los encuestados desembolsará entre 1.000 y 2.500 euros, mientras que un 33% menos de 1.000. Llama la atención que un 20% de los españoles afirma que aumentará su presupuesto. Como curiosidad, los autores del estudio mencionan la diferencia en el gasto entre madrileños y barceloneses, ya que los primeros destinarán un 50% más que los segundos.
En relación a la duración del viaje, lo que más predomina es de una a dos semanas (58%), seguido de los desplazamientos de entre tres semanas a un mes (33%). Aquellos que elegirán unas vacaciones más largas pasan del 5% de hace un año al 3% en este 2019.
Domina el Turismo doméstico
El
Turismo nacional sigue siendo el más demandado, pero desciende el interés por los destinos de interior en verano. Las costas españolas volverán a ser líderes indiscutibles con un peso del 51%. El Turismo de interior cae siete puntos porcentuales, situándose en el 28%. Por edades, la generación Z y los españoles entre 38 y 50 años son los que más se decantan por el Turismo nacional en todas sus vertientes, mientras que los millennials prefieren las costas españolas (53%).
El alojamiento y el transporte se mantienen como
las categorías donde se destina más presupuesto, con un 36% y 21% respectivamente, aunque este año sube en dos puntos el porcentaje que se dedica a actividades de ocio (13%).
En cuanto a la contratación de seguros, el 25% de los viajeros usará su programa de fidelización, bien para acumular puntos, o bien para usar los puntos para pagar parte de las vacaciones. Además, el 34% de los encuestados afirma que contratará seguros adicionales, siendo la cobertura sanitaria y la de cancelación los más demandados.
Las tarjetas de crédito y de pago al final del mes (47%) y débito (44%)
son los sistemas de pago más usados por los españoles en vacaciones, aunque esta última desciende en tres puntos frente al año pasado. Destaca la subida generalizada del uso de tarjetas con pago aplazado, siendo los españoles entre 38 y 50 años los que más eligen este método (9%).