La Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA)
reacciona tras la negativa de las agencias de viajes españolas (designadas por CEAV, conforme a lo previsto en las propias resoluciones IATA) a
participar en el Consejo Conjunto del Programa de Agencias (APJC). El
lobby aéreo les ha amenazado, vía carta, con
sustituirlas por otras agencias en caso de que no reanuden su participación en dicho órgano.
CEAV acusa a IATA de ‘dar validez a reuniones fantasmas’
Éstas serían reemplazadas por agencias nombradas por "Asociaciones homologadas", como las define IATA, de las cuales "parece tiene garantías de que participarán en el APJC, bien aceptando los cambios unilateralmente propuestos (la revisión de los criterios financieros locales y la eliminación de la frecuencia mensual de remesas) o bien simplemente asistiendo y dejando vía libre para su aprobación", denuncia la Confederación.
IATA también les ha informado que las últimas reuniones del APJC a las que no han asistido las agencias de viajes, celebradas con la única presencia de las aerolíneas y de IATA, son totalmente válidas. Sobre esta cuestión, CEAV aclara que no tienen el quorum que establece la Resolución 818g, la cual requiere que para que la reunión pueda celebrarse tienen que asistir la mayoría simple de los miembros del APJC, "mayoría que no se cumple al no asistir los agentes de viajes". "Todo ello contraviene las propias resoluciones de IATA", avisa.
El índice de ‘default’ es residual
Para la Confederación, la situación actual del mercado español
no justifica bajo ningún concepto la modificación de los actuales criterios financieros o la eliminación de la frecuencia de pago mensual. En este sentido, destaca que las cifras facilitadas por la propia IATA avalan su postura y demuestran que los actuales criterios financieros están funcionando, situando el índice de
default de las agencias de viajes españolas en un residual del 0,0006%.
En opinión de la junta directiva de CEAV, con su forma de actuar IATA "
da otra muestra más de su política de imposición al dar validez a reuniones fantasmas, saltándose sus propias resoluciones, y al tratar de buscar alternativas a la única Organización empresarial con representación suficiente, pretendiendo convocar a Asociaciones o agencias de viajes más complacientes, pero sin esa representación, con el fin último de aprobar medidas perjudiciales para todas las agencias". "Reiteramos nuestra opinión sobre que no debe ser responsabilidad de los agentes avalar decisiones tomadas de forma unilateral por IATA y las aerolíneas, sino que al contrario, IATA debería trabajar para reconstruir la confianza y la cooperación entre las partes", sentencia.