La intervención fue estudiada, valorada y supervisada por la Comisión del Patrimonio Histórico de Gran Canaria
Tras un exhaustivo proceso de reforma y ampliación, el grupo hotelero ultima los detalles para la próxima apertura de este icono de la historia y el arte canario, prevista para el mes de julio. Entre las mejoras que se han hecho al hotel, destacan el proyecto de adaptación de las instalaciones para hacerlas más accesibles para personas con movilidad reducida, integrar la edificación en el entorno verde del Parque Doramas y recuperar la esencia royal que proyectó en el establecimiento su arquitecto, Miguel Martín-Fernández de la Torre, en 1945.
Parte de esta reforma ya le ha valido al hotel un reconocimiento en el certamen de entrega de los premios Re Think Hotel, donde fue elegido como uno de los diez mejores proyectos de sostenibilidad y rehabilitación hotelera por ejecutar en 2019, galardón obtenido gracias a su propuesta de incluir en el plan de mejoras distintas iniciativas que hacen del establecimiento un ejemplo de conservación y protección del medioambiente en Gran Canaria, como la movilidad ecológica a través de vehículos eléctricos y otras soluciones que tienen como finalidad la reducción del consumo energético.
Un proyecto con identidad canaria
El edificio donde hoy se encuentra Santa Catalina, a Royal Hideaway Hotel, es un bien arquitectónico con un alto grado de protección, lo que ha exigido que la intervención propuesta por Barceló Hotel Group fuese estudiada, valorada y supervisada por la Comisión del Patrimonio Histórico de Gran Canaria, y posteriormente llevada a cabo gracias a su compromiso de devolver a la propiedad la majestuosidad que la convirtiera en una seña de identidad de la ciudad de Las Palmas y punto de encuentro referencial para la sociedad local.