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EDITORIAL NEXOTUR

París y Barcelona, amenazadas

lunes 25 de marzo de 2019, 07:00h
París y Barcelona, amenazadas
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Nubarrones en el horizonte del MICE. Dos de las principales ciudades de Turismo de Reuniones del mundo, París y Barcelona, sufren la triple amenaza que se cierne sobre los grandes destinos urbanos de eventos.
En el caso de la capital francesa, líder mundial en el Turismo vacacional y de negocios, tras superar los estragos de los atentados terroristas, sufre desde hace ya cinco meses los efectos de los desórdenes que, cada sábado, repiten los chalecos amarillos, infiltrados por unos grupos antisistema que cada día actúan de manera más violenta. El resultado es una pésima imagen de destino, multiplicada por las televisiones y prensa de todo el mundo (y en especial por las redes sociales) que muestran un París inseguro —ante la impotencia policial— con su glamuroso centro a merced de vándalos, que arrasan con todo a su paso. Mala imagen que se suma al cambio de ciclo y al anunciado parón del crecimiento y tambores que anuncian recesión, con las previsibles consecuencias para el MICE parisino.
La inestabilidad empieza a afectar a Barcelona

Inestabilidad, aunque por otras causas, que empieza a afectar también a Barcelona, ciudad paradigmática del MICE en España, si hemos de dar crédito a la información del Gremi de Hoteles de Barcelona, que alerta de la caída del Turismo de Negocios y del MICE que, aseguran, está teniendo un impacto directo sobre los resultados de la hotelería. Su presidente, Jordi Clos, reclama "un esfuerzo conjunto para recuperar este sector". Y es que "el equilibrio 50-50 de los últimos años, entre Turismo de ocio y de negocios, se ha perdido", según Clos, que clama "para recuperar el Turismo de Negocios perdido, porque este segmento es estratégico para Barcelona".

De hecho, las previsiones del Gremi no mejoran para 2019 ni para 2020, ya que "el Sector se verá aún afectado por la marcha de las grandes empresas de Barcelona que, como consecuencia, dejan de organizar reuniones en la ciudad condal y, por tanto, no reservan espacios ni habitaciones". Así, a los atentados terroristas de la Rambla y Cambrils se suma la percepción de inestabilidad de Barcelona y, pese al mejor comportamiento relativo de la economía española en relación a la media europea, hay que añadir a las actuales incertidumbres la espada de Damocles que implica la desaceleración ...o la recesión.

La ocupación en los hoteles de Barcelona se situó en un 80% el año pasado, un porcentaje muy similar al de 2017, y el precio medio por habitación cayó de media seis euros, lo que representa un 4% menos que el año anterior, quedando en 132,5 euros. La repercusión de esta caída fue especialmente destacada en categorías hoteleras altas. "En general 2018 ha sido malo, pero menos débil de lo que habíamos previsto inicialmente", puntualizan los hoteleros.

Como es sabido, a diferencia del vacacional, los cambios de los hábitos de compra en los eventos y el business travel los determinan las empresas. Primero los aplican las multinacionales y, automáticamente, por efecto dominó, los adoptan todas las demás. ¿Cuándo va a ocurrir? es difícil predecirlo, pero si el ciclo cambia, las empresas lo acusarán... aunque no de forma tan dramática como a raíz de la última (y dramática) crisis económica y financiera global.

Afortunadamente, los congresos y eventos científicos, académicos, técnicos y culturales, que no están convocados por empresas, mantienen en gran medida sus convocatorias. Aunque también se resienten por la pérdida de patrocinadores, en las exposiciones comerciales paralelas y otros aspectos.

Y es que pese a su gran capacidad de resistencia, el MICE no lo aguanta todo. Y ni siquiera las grandes ciudades-destino, como París o Barcelona, soportan el peso de la mala imagen. De ahí la importancia de que cuidemos las cosas de comer.

Que le sea útil. Ese es nuestro mayor interés.