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TRIBUNA DE OPINIÓN / MANUEL FIGUEROLA

Desaceleración económica y desarrollo de políticas turísticas más ambiciosas

sábado 16 de marzo de 2019, 07:00h
Manuel Figuerola es analista de política turística.
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Manuel Figuerola es analista de política turística.
La llegada de la primavera con referencia a la situación turística que estimamos posible para el año 2019, no puede proyectarse con demasiado optimismo. Por lo que, con rigor, objetividad y preocupación, deberemos considerar con especial atención, la tendencia que se percibe para un horizonte a corto y medio plazo.
Un análisis prudente, apoyado en una severa reflexión, utilizando la información estadística disponible, deberá conducirnos a promover una actitud más dinámica en Turismo. Y de verdad más innovadora. Capaz de conseguir del Turismo resultados más identificados con su verdadera realidad. Que, sin menospreciar los logros ya alcanzados, hagan posible mejorar la optimización de su contribución.
La economía de los países emisores de Turismo hacia España tenderá a desacelerarse

En dicho plano se ha de destacar, que cualquier estudio suficientemente documentado demostraría, que el Turismo como factor de desarrollo, todavía podría colaborar más intensamente, en la resolución de algunos de los desajustes estructurales de nuestra economía (desempleo, aumento del déficit comercial, insuficiencia de los recursos fiscales, aumento de la deuda, etc.). Por ejemplo, convertirse en el plazo de cuatro años en el 15% del PIB.

Dentro de esa difícil situación el Fondo Monetario, la OCDE y la Comisión de la UE han revisado a la baja sus proyecciones para 2019 y 2020. Pudiéndose observar, cómo el Banco Central Europeo ha debido flexibilizar sus políticas monetaria y financiera, para dinamizar un sistema económico que se debilita.

Asimismo, el panorama que parece amenazarnos con el Brexit, la reducción de las exportaciones de vehículos por incumplimiento del plan tres millones, el aumento del precio del petróleo, la influencia de las guerras comerciales entre los grandes mercados, etc, nos obliga a ser cuidadosos en nuestras previsiones y fijación de objetivos.

Por ello, cuando, lamentablemente, observamos que hay grupos críticos a la evolución ciertamente expansiva que ha tenido el Turismo —críticas bastante inconscientes del papel jugado en el desarrollo— se ha de intentar que aquellos reconozcan las grandes posibilidades que todavía, a corto plazo, este Sector puede impulsar. Llamando la atención de lo absurdo de plantear cambios en el modelo productivo, si ello puede afectar negativamente, a los resultados que proporciona el Turismo.

De ese modo, estamos seguros de que, en la alternativa de un Turismo todavía más favorable, su comportamiento ayudaría a reducir algunas de las insuficiencias de nuestra estructura económica, tal como lo hizo este Sector en el pasado. Impulsando la llegada de recursos financieros para la industrialización y la mejora de las infraestructuras del país. Aportando divisas para la cobertura de los déficit de la balanza de pagos. Inyectando capital exterior, para impulsar el crecimiento de la oferta inmobiliaria turística. Generando tributos para sostener las balanzas fiscales... Y, sobre todo, ofreciendo capacidad e influencia para crear trabajo. Hasta este momento, 2,5 millones de empleos directos e indirectos.
El Turismo español tiene un horizonte o potencial de expansión todavía muy elevado

También, según los últimos datos publicados por la OMT, el Turismo internacional creció el 6% en 2018. Y se espera, que por causa del proceso reductor que se estima en este año, con relación al año 2019, el Turismo solo aumente el 3,5%. Crecimiento similar al que se predice correspondiente al Turismo de los no residentes recibidos por España. El cual en términos constantes o de viajeros, se estima crezca al 3%; y en términos corrientes, si se adoptan estrategias y acciones más ambiciosas de carácter técnico, que las aplicadas hasta ahora, se podrá llegar en nuestro país a un incremento del 6%. Como valor posible.

Un estudio realizado sobre el gasto medio del turista internacional que llega a España, acumulando también los efectos económicos del excursionismo que visita el país, fija dicho gasto para 2018 en 694,4 euros, contabilizados en términos de ingresos por balanza de pagos. En paralelo, dicho gasto medio, calculado con los mismos condicionantes para la media del gasto del Turismo internacional, alcanzó durante 2018 la cifra de 960,20 euros.

La interpretación de dicha diferencia pone de manifiesto de inmediato, que el gasto de un turista en el conjunto internacional fue muy superior al español, alcanzado un valor superior al 38 %. Como consecuencia se puede comprobar, que España está alcanzando cifras muy elevadas, en cuanto al número de turistas recibidos. Pero también se percibe, que está aceptando un gasto medio muy reducido, que genera un rendimiento inadecuado.

Hipótesis que puede constatarse, si se observa al mismo tiempo, que el ingreso medio por habitación vendida en los hoteles españoles o ADR para su conjunto, durante 2018, fue igual, solo a 84,84 euros; y en cinco estrellas a 186,82. Ofreciendo de esa manera una habitación de excelente calidad para dos personas, a precios muy inferiores a los ofrecidos, como ejemplo, en el mercado turístico europeo. Lo que significa según nuestro criterio, un resultado insuficiente, si se desea configurar un balance turístico en España más rentable y productivo.

Lo cual nos lleva a estudiar la influencia de tres escenarios, que habrán de condicionar los resultados de la política turística de los próximos años. El primero que, en general, la economía de los países emisores de Turismo hacia España tenderá a desacelerarse, perdiéndose la oportunidad de un mayor empuje de los valores de la demanda recibida. En segundo lugar, que los escenarios económicos españoles, y en particular su cuadro de magnitudes económicas y sociales, se vislumbran, a corto y medio plazo, necesitados de una política más expansiva, que favorezca resultados más eficientes. Y, por último, se considera con firmeza que el Turismo español, en función de la gran capacidad de atracción que posee y debe ampliar tiene un horizonte o potencialidad de expansión todavía muy elevado.

Sin duda se cree, que la influencia agregada de los tres escenarios señalados anteriormente podrá crear un entorno favorable de repercusión sobre los resultados del Turismo. En concreto, por efecto del diferente significado y signo de las tres situaciones que se han destacado, se deberá proyectar un programa de actuaciones, fijando ciertos argumentos o criterios inductores bastante más ilusionantes y creíbles. Capaces de promover un impulso del Turismo español, a corto y medio plazo, más motivador y productivo.

Como consecuencia, la ecuación armónica que configura el modelo de crecimiento turístico en España, para los próximos cinco años, se condicionará al cumplimiento de un conjunto de exigencias. Objetivos que necesariamente se han de cumplir, si se desea conseguir un Turismo más eficiente, tanto en los resultados económicos, como en la consecución de una actividad turística que integre y optimice mejor el uso de los recursos.

Mandatos que se pueden resumir en las siguientes recomendaciones estratégicas:

a. Debe considerarse el crecimiento del Turismo (medido en número de llegadas o pernoctaciones) como necesario. Pero a partir de ahora no tiene por qué plantearse como exigencia la superación en los próximos años de valores por encima del 3%; y tampoco debe plantearse como una obsesión el crecimiento permanente del número de llegadas.

b. El objetivo de la mejora de la calidad ha de priorizarse por delante de otras acciones. De manera que no solo sea una intención la excelencia, sino realmente una necesidad conseguir de manera permanente e incuestionable. La importante diferencia que se aprecia en el gasto medio realizado por los viajeros que optan por los destinos españoles, con relación a otros mercados, es una razón selectiva para plantearse una decidida política de aumento progresivo de los estándares de calidad y precios en los próximos diez años.

c. Es necesario incorporar elementos rejuvenecedores de la imagen. Y modernizadores de los procesos de producción y gestión. Capaces de incorporar permanentemente avances tecnológicos y novedades atrayentes. Siendo fundamental, admitir y asociar, todo aquello que signifique introducir en el ámbito del crecimiento turístico, una transformación que tenga como horizonte lo ideal y no la cantidad.

d. La organización del personal, provocando intercambios y movilidad en los departamentos y procesos, buscando la idoneidad de las competencias, ha de ser función de la acción innovadora. Considerando como necesario la movilidad y la política de coparticipación en las decisiones. Siempre como eje de la mejora de resultados y la identificación de las propuestas y actuaciones como elementos necesarios de las reivindicaciones de los clientes. Siendo necesario proceder permanentemente a establecer estructuras laborales, que se identifiquen con modelos de productividad de amplia satisfacción para el trabajador. Que pretendan la excelencia en los trabajos realizados. Consiguiendo, de ese modo el logro de rendimientos económicos superiores y una mayor competitividad.

e. En el marco de la Propuesta que se presenta existe un objetivo importante que consiste en proceder a imponer en todos los procesos del sistema turístico (destinos y empresas) políticas efectivas de Responsabilidad Social Empresarial. En una filosofía que intente proyectar y acrecentar el desarrollo. Alcanzando rendimientos económicos, beneficios de explotación, y márgenes de operación adecuados. Pero también, el cumplimiento de los fines encuadrados en los preceptos de la Responsabilidad Social Corporativa.

f. Por último, es urgente y prioritario la renovación de tradicionales destinos y productos turísticos. El cambio como instrumento de la política de actualización y competitividad obligan a considerar la necesidad de retornar al desarrollo de los viejos planes de excelencia y dinamización turística. Para ello será necesario que, desde las diferentes administraciones, empresas e instituciones turísticas, se pueda poner mayor énfasis en la recuperación de numerosos núcleos turísticos, hoy en alguna manera envejecidos, con el fin de que desarrollen protocolos de renovación que hagan posible una nueva puesta en valor.