Los hoteles cuentan con una ocupación media por habitaciones de un 77,5% en Madrid y un 78,6% en Barcelona sin que se muestren excesivas variaciones entre unos meses y otros. Además, la ocupación hotelera es superior en sus meses pico (por encima del 80%) que la de los apartamentos turísticos (en torno al 70%). Con una ocupación media en la actualidad de 69,5% en Madrid y 68% en Barcelona, los apartamentos turísticos sufren mayores variaciones de las tasas de ocupación que los hoteles. En Madrid, los mayores picos de ocupación se encuentran antes (abril-junio) y después del verano (septiembre-noviembre) mientras que Barcelona presenta un grado de ocupación algo más sostenida entre mayo y noviembre.
A pesar del auge de los apartamentos turísticos, los viajeros siguen prefiriendo alojarse en hoteles
Al igual que ocurre con los hoteles, casi un 30% de la oferta de apartamentos turísticos en Madrid se concentra en la zona centro, donde se encuentran 3.142 alojamientos frente a unos 118 establecimientos hoteleros, (lo que supone el 64% del total de la oferta madrileña de hoteles). En Barcelona, el distrito Eixample es el que presenta el mayor número de alojamientos, aglutinando el 24% de los apartamentos turísticos (más de 2.300 alojamientos) y un 37,8% de los hoteles (96).
El co-director del Barómetro Turístico Braintrust, José Manuel Brell, ha comentado que, “tras el boom de los últimos años, en los últimos meses estamos viendo una caída progresiva en cuanto a la ocupación y duración de las estancias en los apartamentos turísticos lo que viene dado por un aumento desmesurado de la oferta, y una buena labor de los hoteles en cuanto a innovación y mejora de la experiencia cliente que ha empezado a calar entre los viajeros. Los hoteleros van por delante en la carrera de la personalización y de la experiencia para el viajero”.
En Madrid, el precio medio por noche en una habitación estándar de un hotel se encuentra en 2018 en 109 euros, mientras que el de los apartamentos turísticos se mueve en un rango de entre 70 a 140 euros, siendo los distritos Moncloa-Aravaca y Salamanca los que presentan precios más altos. En lo referente a Barcelona, el precio medio de la habitación de hotel se sitúa en 120 euros y los apartamentos turísticos se ofrecen entre los 75 y 185 euros, con los precios más elevados en las zonas de Eixample, Sarriá-Sant Gervasi y Sant Martí.
Con una valoración media de 3,91 sobre cinco en Madrid y 4,05 sobre cinco en Barcelona, los alojamientos turísticos parecen cumplir con las expectativas de sus visitantes, siendo mejor valorados los alquileres de casa entera. Sin embargo, la valoración que los viajeros hacen de los hoteles de tres y cuatro estrellas tanto en Madrid como en Barcelona es superior, con un promedio de 4,10 en la capital y de 4,18 en la ciudad condal.
La innovación, factor crítico para el éxito del negocio hotelero
La necesidad de desestacionalizar la demanda y la disminución de la duración de las estancias, junto al aumento de la oferta de alojamientos y a unos clientes más informados y exigentes, ha llevado al Sector Hotelero a apostar por la innovación a fin de lograr la diferenciación de productos y servicios, y generar propuestas de valor añadido atractivas para los clientes que les ayuden a ganar cuota.
Entre las prácticas más destacadas se encuentran aquellas centradas en la personalización, diferenciación, actualización de los modelos de negocio y analítica de datos. Para ello, los hoteles están integrando todas sus comunicaciones empleando la tecnología en la nube, opción obligada que ya es el presente y facilita a los empleados disponer de una visión global de todas las necesidades de sus clientes, con independencia del canal y la etapa de consumo en que se encuentren.
El co-director del Barómetro Turístico Braintrust, Ángel García Butragueño, “los nuevos actores que ofrecen servicios de hospitalidad han desafiado a los proveedores tradicionales y muchos hoteles no saben cómo hacer frente al fenómeno de los apartamentos turísticos y propuestas similares. Sin embargo, la diferenciación pasa por el buen hacer de los hoteles pasando del foco producto al foco cliente, frente a la explosión tecnológica y a la filosofía del do-it-yourself. La puesta en marcha de propuestas innovadoras en cuanto a experiencia del cliente, personalización y fidelización, deben llevar a los hoteles en el futuro a triunfar frente a estas otras propuestas y a ser valorados por los viajeros como negocios en continuo movimiento que saben adaptarse a los nuevos tiempos”.