El
consejero delegado de Meliá Hotels International, Gabriel Escorrer, no esconde su temor a la cada vez más posible salida sin acuerdo de Reino Unido de la Unión Europea. "Un Brexit duro
sería muy negativo para los intereses turísticos de España", advierte, reconociendo que tienen un plan de contigencia por si esto sucediera. Consistiría, según ha detallado en el marco de Fitur, en "contrarrestar la caída del mercado británico con otros como los países de Europa del Este, Escandinavia y el mercado nacional", además de "otras alternativas más a largo plazo como América Latina".
Preocupación por la previsible devaluación de la libra
Hay dos cuestiones relacionadas con el Brexit que preocupan especialmente a Escarrer. Por un lado la posible devaluación de la libra, lo que mermaría la capacidad de gasto de los turistas británicos, y en segundo lugar "la posibilidad de que sea necesario para los turistas británicos disponer de un visado para viajar a la Unión Europea". "No se tendría que dar este supuesto", remarca, haciendo hincapié en que el mercado británico "siempre ha sido la primera nacionalidad" en el destino España, aportando en el último año alrededor de 18 millones de llegadas, casi una cuarta parte del total.
Retroceso en la venta de ‘paquetes’ turísticos
Pese a todo ello, el CEO del grupo hotelero
asegura estar "tranquilo" por la hasta ahora positiva evolución del citado mercado. Aunque reconoce que hay muchos clientes que "están esperando a tomar una decisión", revela que las ventas directas en el país han subido un 5%. Lo que de momento ha retrocedido es la venta de ‘paquetes’ turísticos a través de turoperadores y agencias de viajes, con una tasa negativa de "entre el 6% y el 7%". Sin embargo, Escarrer aclara que se trata de un dato "poco relevante".
Otro de los temas abordados en el encuentro con los medios de comunicación ha sido la
inestabilidad política y social en Cataluña y sus efectos en la industria turística. "Hay una relativa estabilidad", lo que se ha traducido en "
una clara mejora, pero estamos lejos de llegar a los niveles previos al 1 de octubre de 2017", reconoce al respecto Escarrer, quien lamenta que "el año 2018 fue nefasto".