Las llegadas de turistas internacionales en todo el mundo
han aumentado un 6% en 2018, hasta 1.400 millones. El pronóstico a largo plazo de la
Organización Mundial del Turismo (OMT), publicado en 2010, indicaba que
se alcanzaría esta cifra en 2020, si bien los notables crecimientos de los últimos ejercicios han hecho que se logre dos años antes. Detrás de esta evolución están el crecimiento económico más sólido, los
viajes aéreos más asequibles, los cambios tecnológicos, los nuevos modelos de negocio y la mayor agilidad en concesión de visados, entre otros factores.
Se llega a los 1.400 millones de turistas dos años antes de lo previsto
Europa, la región más visitada del planeta, protagoniza un importante incremento del 6% en comparación con un 2017 excepcionalmente fuerte, alcanzando los 713 millones de llegadas de turistas internacionales. Le sigue Asia-Pacífico con 343 millones de entradas, un 6% más que en 2017, mientras que América completa el podio con 217 millones, un 3% por encima de los resultados que registró un año antes. El mayor aumento corresponde a Oriente Medio (+10%), que cierra el año con 64 millones de viajeros. África, por su parte, supera en un 7% la cifra de 2017, llegando a los 67 millones.
La OMT prevé una desaceleración en 2019
En palabras del secretario general de la OMT, Zurab Pololikashvili, "el crecimiento del Turismo en los últimos años confirma que
el Sector es hoy uno de los motores más poderosos de desarrollo económico a nivel global". "Tenemos la responsabilidad de gestionarlo de manera sostenible para traducir esta expansión en beneficios para todos los países, y en particular, para todas las comunidades locales, creando oportunidades de empleo y emprendimiento y sin dejar a nadie atrás", remarca.
En base a las tendencias actuales, las perspectivas económicas y el índice de confianza de la OMT, se prevé que
las llegadas internacionales aumenten entre un 3% y un 4% en 2019, más en línea con las tendencias históricas. La entidad reconoce que existen amenazas como "la desaceleración económica mundial,
la incertidumbre relacionada con el Brexit, así como las tensiones geopolíticas y comerciales". No obstante, también hace referencia a "la estabilidad de los precios del combustible", lo que se traduce en "viajes aéreos más asequibles", así como a la mejora de las conexiones aéreas y a la fortaleza de mercados emisores emergentes.