El primero afecta a los criterios financieros locales (LFC), que hasta ahora eran pactados de forma conjunta por las compañías aéreas y los agentes de viajes en el denominado Consejo Conjunto del Programa de Agencias (APJC, por sus siglas en inglés). Desde este momento, terceras empresas podrán revisar los criterios financieros locales cuando el lobby aéreo considere que son "deficientes e insuficientes", trasladando sus recomendaciones a la APJC. En esencia, según denuncian la Agrupación Europea de Asociaciones de Agencias de Viajes (ECTAA) y la Alianza Mundial de Asociaciones de Agencia de Viajes (WTAAA), esto provocará que la capacidad negociadora de los agentes "se vea seriamente restringida", lo que hará que el APJC "sea irrelevante".
Por otro lado, las aerolíneas también han acordado "limitar considerablemente" la capacidad de las agencias de viajes para buscar una mediación independiente. Hasta ahora podían solicitar ante el Comisionado de la Agencia de Viajes (TAC) una revisión de una resolución de IATA que afectase a su negocio, lo cual les daba posibilidades reales de tumbar una decisión de las compañías aéreas o del propio lobby. ECTAA y WTAA denuncian que la industria aérea ha adoptado esta medida "a pesar de la fuerte oposición de los agentes y faltando al respeto a sus propias reglas".