Marbella Club Hotel Golf Resort & Spa se ha consolidado como el destino de lujo para disfrutar de unos días de descanso en la Costa del Sol. La calidad de sus instalaciones y servicios, la gastronomía y la atención al cliente hacen que cada estancia sea una experiencia donde la comodidad y elegancia son los protagonistas.
Marbella Club Hotel Golf Resort & Spa no solo cuenta con 35 habitaciones y 80 suites, sino que, además, el resort ofrece la posibilidad de disfrutar de una residencia privada gracias a sus 15 exclusivas villas situadas a escasos pasos del mar Mediterráneo.
Como uno de los hoteles con la oferta más amplia de villas, Marbella Club plantea una opción para aquellos grupos de amigos que deseen disfrutar juntos del resort, o para las familias que busquen unos días de vacaciones únicas, donde los más pequeños de la casa podrán disfrutar del Kids Club, una zona infantil que cuenta con 5000 metros cuadrados y diversidad de actividades y atenciones para no dejar de divertirse y aprender. En estas villas, los huéspedes no solo cuentan con todas las atenciones del hotel, sino que disponen de servicios como chef privado y mayordomía.
Los huéspedes también disponen de servicios como chef privado y mayordomía
Por un lado, Villa Bel Air, ubicada en el corazón del resort, dispone de tres dormitorios y cuenta con dos plantas. En la primera, se encuentra la zona de estar con chimenea y comedor con cocina americana, además de dos dormitorios con baño en suite y terraza privada. Desde la sala de estar se puede acceder al jardín privado que dispone de una piscina y un cenador cubierto con vistas al huerto. En la segunda planta se encuentra el tercer dormitorio, el cual dispone de baño y sauna privados, además de una terraza.
Por otro lado, Villa Casabel, situada a tan sólo unos pasos del mar Mediterráneo, cuenta con tres dormitorios, dos de ellos con baño en suite, y una zona de juegos con baño privado. El tercer dormitorio, situado en un espacio abuhardillado, incluye un baño y un salón privado. Su cocina, totalmente equipada, comunica con un patio interior decorado con un mural de cerámica pintado a mano y una mesa de desayuno. El salón, de 45 metros cuadrados, dispone de una chimenea y está abierto al comedor, conectando con la terraza exterior que da a la piscina.