“La pérdida de turismo de calidad ha redundado en una merma del consumo y el gasto del visitante en la ciudad”, ha alertado el presidente del Gremio de Hoteles, Jordi Clos. De hecho, el gasto por persona alojada en un hotel de Barcelona en 2017 ha caído un 10,8% respecto al año 2016. En el año 2017 el gasto por visitante fue de 362,50 euros, frente a los 406,6 euros del 2016.
El Gremi d’Hotels de Barcelona ha puesto de manifiesto que la bajada de la calidad del turismo va ligada al incremento de las actividades ilegales en la ciudad. “Hemos sufrido un incremento de las afectaciones de los pisos turísticos ilegales, que se han desarrollado de forma descontrolada en la ciudad propiciando la llegada de un turismo de baja calidad que opta por estas opciones”, ha señalado Clos, que ha explicado también que la ciudad sufre las consecuencias de actividades, también ilegales, que tienen lugar de forma intensiva, provocando una mala imagen de la Ciudad Condal, tales como el ‘top manta’, el botellón y la venta ambulante de servicios y productos en la playa.
El empleo y la facturación de los hoteles ha caído de manera significativa durante los primeros seis meses del año
El Gremi d’Hotels también ha querido hacer hincapié en los datos relacionados con el turismo de negocios en la ciudad y, en los indicadores que confirman que, en cuanto a la motivación del viaje, se ha reducido constantemente en los últimos años el porcentaje de visitantes en Barcelona con una finalidad profesional, pasando del 39,5% en 2014 al 30,6% en 2017. En este sentido, Jordi Clos ha apuntado que el liderazgo de Barcelona del ranking ICCA 2017 de congresos “es fruto de la labor de promoción y captación desarrollada desde hace 10 años y que hay que insistir en esta tarea para garantizar los mismos resultados en el futuro”.
Asimismo, Clos ha confirmado que “la marcha de grandes empresas ha tenido también un impacto directo sobre los resultados de nuestra actividad, ya que han dejado de celebrar sus eventos en la ciudad y hemos perdido un número significativo de reservas”. Para revertir esta situación, el presidente del Gremi d’Hotels ha reclamado una política de promoción clara y adecuada, que actúe sobre los mercados y segmentos que nos pueden aportar este turismo de calidad. “Si no hacemos la promoción correcto y necesaria, la ciudad no alcanza el turismo que queremos y nos tenemos que conformar con el que el resto de destinos no desean”, ha afirmado.
El presidente del Gremi d’Hotels de Barcelona también ha hecho balance de los datos de los primeros seis meses del año 2018, que evidencian un descenso importante de la ocupación hotelera y del precio medio de las habitaciones de los hoteles. La ocupación en los hoteles de Barcelona de enero a junio se situó en un 78,8%, lo que representa un 3% menos respecto al año 2017.
El precio medio durante el mismo periodo ha sido de 132,75 euros, un 4,3% inferior al del año anterior y el RevPar se ha establecido en 104,6 euros. En este periodo, continúan especialmente afectadas las categorías de lujo con una caída del 10% de su facturación. Y, en cuanto a la temporada de verano, las previsiones de ocupación durante los meses de julio y agosto se sitúan en un 80%. El año 2017 la previsión en el mismo periodo fue de un 85%.