Este complejo situado en el municipio de San Miguel de Abona (Tenerife) propondrá a los clientes "una nueva forma de turismo" que consiste en la incorporación de "una oferta naturalística y cultural basada en el propio territorio" a la tradicional oferta de ‘sol y playa’.
Para llevar a cabo este proyecto —sobre una base de terrenos calificados como Reserva Ambiental— se ha firmado un convenio de colaboración con la Fundación Canaria Empresa Universidad de La Laguna para hacer unos estudios científicos complementarios dentro del proyecto de investigación ‘Modelos de gestión del patrimonio natural y cultural de San Blas’.
Igualmente, se ha recopilado información histórica y cultural sobre el terreno y sus alrededores a través de "entrevistas a habitantes de la zona y trabajos bibliográficos" y se ha incluido la idea de incorporar "medidas ambientales en la construcción y posterior gestión ambiental del hotel".
El hotel dispone de 331 habitaciones y más de 1.400 metros cuadrados de piscinas de agua dulce y salada.