Además de contar con el equipo, el alojamiento dispone de personal formado por B+Safe en el uso del desfibrilador y en técnicas de Resucitación Cardiopulmonar (RCP) y Soporte Vital Básico (SVB). De esta forma, el Hotel Miguel Angel está conectado de manera permanente con el desfibrilador DOC a la red de emergencias de la Comunidad de Madrid SUMMA 112 y preparado para prestar asistencia en caso de accidente cardiaco.
En España no existe una normativa común que regule la obligatoriedad y el uso de desfibriladores, y no todas las comunidades autónomas exigen su instalación. En el caso de Madrid, recientemente se aprobó una normativa que regula su obligatoriedad en hoteles con más de 100 plazas. Asimismo, deben contar con estos equipos los establecimientos públicos con un aforo igual o superior a 2.000 personas y los establecimientos dependientes de las administraciones públicas en poblaciones de más de 50.000 habitantes o con una afluencia media diaria igual o superior a 1.000 usuarios. También son obligatorios en centros o complejos deportivos en los que el número de usuarios diarios sea igual o superior a 500 personas y los centros de trabajo con más de 250 trabajadores.
“Con esta iniciativa, el Hotel Miguel Ángel se incorpora a la red de espacios cardioprotegidos, mejorando la seguridad de su oferta”, ha señalado el CEO de B+Safe, Nuño Azcona, señalando que “a pesar de que España es el tercer país en inversión hotelera de Europa y que Madrid encabeza el turismo urbano, de negocios y congresos, un gran número de sus hoteles siguen sin disponer de este tipo de equipos”.