Por primera vez en su historia, Renfe ha conseguido un beneficio neto sin extraordinarios. El resultado neto de la compañía durante el ejercicio fiscal de 2017 presenta uno beneficio cercano a los 70 millones de euros (69,84 millones), muy por encima de las pérdidas de 2016, que se situaron en 35,86 millones. Por su parte, el beneficio bruto se ha situado en 489,48 millones de euros.
El beneficio se debe al aumento de los ingresos de tráfico de viajeros y de mercancías
Aunque en
2015 Renfe ya presentó un beneficio neto (42,39 millones de euros), esto fue consecuencia de un acuerdo de uso de suelo con Adif, que apuntó unos ingresos extraordinarios de 96,1 millones de euros. Sin embargo, el resultado positivo de la empresa en 2017 no está condicionado a ningún bien externo, sino a
un aumento de los ingresos de tráfico por transporte de viajeros y de mercancías.
En concreto, sus trenes consiguieron un total de
16,5 millones de viajeros más y transportaron 1,3 millones de toneladas de mercancías más, en comparación a los datos de 2016. Con ello, e incluidos los convenios específicos de transporte con las comunidades autónomas y las compensaciones del Estado para la prestación de Obligaciones de Servicios Públicos de Cercanías y Media Distancia, Renfe ha conseguido en 2017 unos ingresos totales de 3.578,88 millones de euros. Mientras que
los gastos se mantuvieron estables, en 3.098,41 millones de euros.