No cesan de aparecer noticias en la prensa especializada sobre los distintos sistemas de acoso a los que están siendo sometidas de nuevo las agencia de viajes españolas, los principales distribuidores, mientras no se demuestre lo contrario, de servicios turísticos, y también de tinteros de impresoras, papel, luz, equipos, sueldos, locales y muchos más etcéteras.
Se dice ‘como muestra basta un botón", y en este caso hare mención de tres noticias casi simultáneamente:
Uno.- El megacontrato centralizado de la Administración General del Estado, que a pesar de las deficiencias denunciadas en 2014 por nuestras asociaciones, de nuevo nos deja de lado en la renovación. A pesar de existir empresas en este país capaces de licitar íntegramente para el mismo.
Dos.- El New Gen Iss. Cada vez que leo de IATA que algo es para favorecer a las agencias, me echo a temblar, porque la realidad y hasta ahora, casi siempre, es generalmente para todo lo contrario. Los más viejos del lugar sabemos mucho de esas historias.
A mí me gustaría, como ya he dicho en varias ocasiones que las líneas aéreas, generalmente de IATA, se mirasen un poco el ombligo a la hora de cumplir ellos y hacer devoluciones o pagos a sus pasajeros, como en los dos últimos casos recientemente vividos con cientos de ellos abandonados en destino u origen, imposibilitados a tomar sus vuelos prepagados y que… de nuevo una vez más acudieron a los agentes de viajes, en ese caso sí los "mejores amigos de las líneas aéreas", para solucionar sus problemas.
Tres.- Por último, también se ha leído que Consumo quiere exigir una garantía extra a las agencias… ¿Cómo? Me gustaría saber si no son ya suficientes las garantías del sector para con sus clientes, algo que no se exige a ningún otro medio de distribución, venta, transacciones, etc.
Los agentes de viajes somos sobrevividores natos, pero débiles por algo tan simple como nuestra tradicional desunión corporativa y asociativa. También somos las victimas expiatorias puestas de ejemplo, para que otros, cuando nuestras barbas vean pelar pongan las suyas a remojar.