Nexotur.com | Martes 13 de febrero de 2018
La factura del procés independentista catalán está a la vista: a la caída del receptivo en Barcelona y resto de Cataluña se une el parón de inversiones hoteleras en la Ciudad Condal o la salida de empresas turísticas catalanas, la última de las cuales es Hotusa. Hasta los pensionistas españoles han descartado mayoritariamente Cataluña para los viajes para la tercera edad del Imserso. Y el MICE se podría ver muy afectado. Una deriva cuyo máximo exponente es Puigdemont.