¿Qué tiene que suceder para que las autoridades europeas refuercen la protección de los consumidores ante quiebras aéreas? Para ECTAA, los recientes ceses de Monarch, Air Berlin y Niki ponen de manifiesto la necesidad de que las aerolíneas "ofrezcan garantías", como de hecho ya sucede con agencias y turoperadores.
Desde el inicio de la crisis económica
han sido muchas las compañías aéreas que han cesado operaciones, la mayoría de ellas de forma abrupta y sin dar capacidad de reacción a pasajeros y resto de actores turísticos. Sin ir más lejos,
basta con recordar el caso Spanair, que de la noche a la mañana dejó a miles de pasajeros en tierra.
Hace un llamamiento a los responsables políticos de la Unión Europea
Pese a la magnitud de este problema, que ni mucho menos ha desaparecido con la progresiva reactivación de la economía europea, hasta el momento la Unión Europea no ha tomado cartas en el asunto. Mientras que, por ejemplo, en el caso de las agencias de viajes los requisitos legislativos se han endurecido en los últimos años de manera notoria, no sucede lo mismo en la industria aérea, algo en lo que podría haber influido su poderío económico y la presión ejercida por sus grandes lobbies.
Ante esta inacción por parte de las autoridades competentes, la Agrupación Europea de Asociaciones de Agencias de Viajes (ECTAA) acaba de hacer un llamamiento a los responsables políticos de la Unión Europea para que se establezca un mecanismo obligatorio respaldado por las compañías aéreas a fin de proteger a los pasajeros contra sus propias quiebras, cuyo coste estaría incluido en el precio del billete. El lobby de agencias da este paso después de las graves consecuencias que han traído consigo en los últimos meses los ceses de operaciones de Monarch Airlines, Air Berlin y Niki, que en total afectaron a más de un millón de pasajeros.
Los últimos casos demuestran que la normativa actual es insuficiente
Según expone, los tres últimos casos demuestran que la normativa actual es insuficiente, contradiciendo a los
informes realizados por la Comisión Europea en 2011 y 2013. En los mismos se concluía que
no se precisa de un cambio legislativo para proteger a los pasajeros en caso de quiebra, argumentando que ya existe un reglamento que proporciona un marco jurídico adecuado para la asistencia de los pasajeros en caso de insolvencia.
En palabras de la presidenta de ECTAA, Merike Hallik, "el reciente colapso de varios operadores
es un recordatorio de que las aerolíneas son frágiles". "Con la continua consolidación esperada en el mercado de aviación europeo, ya es hora de que las compañías aéreas ofrezcan garantías contra su propia quiebra financiera, como es el caso de las agencias de viajes y los operadores turísticos", sentencia.
Llama la atención que el paso dado por ECTAA
ya lo dio FEAAV hace aproximadamente ocho años. En 2010 hizo campaña a nivel nacional para intentar que las aerolíneas
aceptasen destinar una pequeña parte del precio del billete a la creación de un fondo de garantía. Mantuvo reuniones con los máximos responsables en materia turística del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, así como con las propias aerolíneas e IATA. Sin embargo, su propuesta no salió adelante.