El Palacio de Congresos de Palma fue concebido rodeado de polémica, debido a la existente crisis galopante que apareció durante su construcción. Todo ello acaecido porque el edificio había sido ideado en los anteriores tiempos de bonanza. Esto provocó que el proyecto estuviese parado durante mucho tiempo y el Ayuntamiento de la capital isleña y el Gobierno balear fueran al final los encargados de asumir su coste, un total de 108 millones de euros.
Ya con el Palacio terminado, ha sido el Meliá Hotels International el que se ha llevado, tras varios concursos, el gato al agua para su gestión, que será de 15 años, más otros tres prorrogables. El grupo hotelero ha invertido cinco millones de euros en la adecuación del complejo a sus necesidades. En total, el Palacio y su hotel anexo (Meliá Palma Bay) poseen 57.000 metros cuadrados, de los que 36.000 corresponden al Palacio de Congresos.
En el Palacio destaca, según se entra en sus instalaciones, una enorme sala polivalente de 2.300 metros cuadrados. Patxi Mangado ha sido el arquitecto del diseño de tan colosal edificación, con gran uso de vidrio, granito y un novedoso aluminio proveniente de Canadá, conocido con el nombre de alusion, que consigue reflejar la luz del sol hacia el interior.
El Palacio de Congresos de Palma posee dos grandes auditorios (el Mallorca y el Islas Baleares), con una capacidad para 462 personas el primero y 1.978 el segundo. Además, el Auditorio Islas Baleares puede dividirse, mediante paneles, en parte de arriba y de abajo, ambas totalmente independientes. La capacidad de la parte de arriba es de 630 butacas. Esto significa, que bajo determinadas circunstancias, pueden llevarse a cabo hasta tres congresos diferentes simultáneamente.
12 salas de reuniones que conjuntamente suman 1.800 metros cuadrados, unidas a otras cuatro (500 metros cuadrados) en el hotel Meliá Palma Bay, completan y complementan la capacidad del complejo para todo tipo de eventos. Un restaurante de 1.200 metros cuadrados en la última planta del Palacio es el lugar idóneo para que los asistentes a los congresos puedan llevar a cabo sus comidas.