Los Grupos comerciales han sido y son la fórmula más aceptada para la necesaria integración de las agencias de viajes independientes. Solo mediante la fuerza que da la unidad (y, en especial, la concentración de compra), las microempresas tienen una oportunidad de negociar con grandes proveedores.
La importante función de los Grupos comerciales les ha permitido salir airosas de las estrategias de las grandes redes para incorporar agencias independientes como agencias asociadas, para asegurar el crecimiento, externalizando costes fijos, y potenciando la venta de producto propio (salvo Viajes El Corte Inglés, que mantiene el liderato y continúa fiel a su inimitable cultura empresarial). También han sobrevivido los Grupos comerciales (y no sin dejarse pelos en la gatera) a la fuerza de poderosas redes franquiciadoras multinacionales.
Sin embargo, pese a haber logrado lo más difícil, buena parte de los Grupos comerciales pueden apuntarse un fracaso: la unidad asociativa y la consolidación de alianzas emprendidas entre los propios Grupos, así como la integración armónica de redes franquiciadas de tamaño medio.
El fracaso de Agrupa, la Asociación de Grupos Comerciales, no puede achacarse únicamente a la sanción impuesta por Competencia, ya que afectó también a las Asociaciones empresariales y no por ello el Asociacionismo es hoy solo algo residual. La sangría sufrida por AGC, que perdió primero a Airmet y ahora a AVA, y la de Grupo Ceus, con la salida de Europa Viajes y luego de Cybas, muestran que la unión de los Grupos está todavía por llegar.