Después de dos elecciones y casi un año con un Gobierno en funciones, el Turismo precisa de la puesta en marcha de un nuevo plan de Turismo. En la anterior legislatura el Ejecutivo tardó más de medio año en aprobar el Plan Nacional e Integral de Turismo, hoja de ruta que contó con el rechazo de la oposición.
Tras la
decepción que ha supuesto para el Sector que el Turismo no forme parte de los Ministerios de mayor peso en el Gobierno (como era el de Industria), y que tampoco se incorpore al de Economía o a una vicepresidencia económica (como sí sucedió en el último Gobierno Aznar),
el nuevo ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, tiene ante sí el reto de lanzar con premura una nueva hoja de ruta para el
primer sector de la economía española. Y es que la falta de acuerdo para formar Gobierno ha dejado al Turismo sin un plan específico durante el último año.
El grado de ejecución del Plan Nacional e Integral de Turismo es del 90,6%
Cabe recordar que el periodo de ejecución del Plan Nacional e Integral de Turismo, aprobado por el Consejo de Ministros en junio de 2012 (medio año después de la designación de José Manuel Soria como ministro), era de 2012 a 2015. Según los últimos datos publicados por la Secretaría de Estado de Turismo, su grado de ejecución hasta el 31 de diciembre del pasado año era del 90,6% (28,5% en 2012; 21,3% en 2013; 22,2% en 2014 y 18,7% en 2015). Esta iniciativa, una de las promesas electorales de Mariano Rajoy, englobó 28 medidas y 104 acciones, cuyo objetivo prioritario fue "mejorar la competitividad del Turismo para que éste sea motor de impulso y uno de los sectores sobre los que se asiente la recuperación económica del país", subrayó entonces el ministro Soria.
Habrá que ver si, a diferencia de la anterior legislatura, en la que la oposición criticó el "alcance limitado" del Plan Nacional e Integral de Turismo, en esta ocasión hay un consenso entre las diferentes fuerzas políticas. Como vienen reclamando las principales Organizaciones del Sector, entre ellas CEHAT, el Consejo de Turismo de CEOE y CEAV, el empresariado aboga por la puesta en marcha de un pacto de Estado por el Turismo que no entienda de signos políticos y que abarque más de una legislatura. Pese a que se antoja complicado que esto suceda, resulta esperanzador la votación del Senado a favor de una moción del Partido Popular para instar al Gobierno a impulsar junto a las Comunidades autónomas un gran pacto por el Turismo.
Histórico de la política turística en España
El compromiso del Gobierno de España con la industria turística se remonta a los inicios de la organización administrativa del Turismo hace ya más de un siglo. Desde entonces se han sucedido diversos organismos destinados a la gestión pública de la actividad turística cuyas funciones, competencias y objetivos han evolucionado en paralelo al contexto histórico y económico. Según detalla TurEspaña, se puede establecer una clara distinción en
dos grandes periodos, salvando las particularidades de cada una de las etapas dentro de ellos, marcados por la promulgación de la Constitución Española de 1978.
El primer periodo se caracterizó por las políticas expansivas cuyo objetivo era alcanzar el crecimiento máximo del Turismo en términos cuantitativos, basado en una intervención pública centralizada en el Gobierno de la Nación. Mientras que con la transferencia de las competencias para la promoción y ordenación del Turismo en su ámbito territorial a las Comunidades autónomas, se dio paso a un nuevo periodo en el que surge la necesidad de coordinar las actuaciones y en el que se perfilan
nuevas políticas de diferenciación de la oferta turística española en base a atributos como la calidad, la sostenibilidad, el conocimiento o la innovación.
José María Aznar dio continuidad al plan de Turismo de Felipe González
Es en este periodo aparecen los primeros planes nacionales de Turismo. El primero fue el denominado
Plan Marco de Competitividad del Turismo Español 1992-1995 (Future), cuyo nombre
se repitió en la siguiente legislatura pese al cambio de signo político en el Gobierno (José María Aznar relevó a Felipe González). Mientras que el primero se centró fundamentalmente en la mejora de la calidad, la formación de los recursos humanos, la introducción de nuevas tecnologías y la diversificación de productos, el segundo, implementado entre 1996 y 1999, da continuidad al anterior pero reformula su planteamiento "dando énfasis a la definición de un nuevo modelo cuyos criterios de desarrollo se asentaban sobre la coordinación, la sensibilización y la corresponsabilidad y en el que cobran especial relevancia algunos principios rectores como la sostenibilidad", informa TurEspaña.
A diferencia de estos dos, desarrollados en el contexto de deterioro de la imagen del Turismo español que marcó la década de los 80 y el principio de los 90, el
Plan Integral de Calidad del Turismo Español (PICTE), desarrollado en la segunda legislatura de Aznar, se enmarca en un momento de recuperación del Sector Turístico español. Sin embargo, da continuidad a los esfuerzos realizados en planes anteriores.
Con la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero, los cambios demográficos, económicos y, especialmente, tecnológicos, exigieron un cambio de ritmo en todas las agendas, tanto políticas como empresariales. Con el denominado
Plan del Turismo Español Horizonte 2020, que se prolongó hasta la llegada de Mariano Rajoy al Gobierno, se intentó dar respuesta a esta nueva realidad centrando su actuación en la nueva economía del conocimiento, el posicionamiento orientado al cliente y la sostenibilidad del modelo imperando la máxima colaboración de los agentes del Sector y con una visión a largo plazo.