Nexotur.com | Martes 16 de febrero de 2016
España, aunque Barcelona se ha visto afectada en parte por el atentado de París, continuará siendo indirecta e involuntariamente beneficiada por la situación de inestabilidad en importantes destinos competidores del Mediterráneo, creada a raíz de la Primavera Árabe. Pero no sería ético ni inteligente confiarse a este perverso beneficio. La inestabilidad en el Mediterráneo, habida cuenta de la proximidad de Baleares y otros destinos del litoral, constituye una espada de Damocles que nos amenaza a todos. No solo a destinos árabes.
Noticias relacionadas