NEXOTUR

La tasa turística del Gobierno de Baleares verá la luz en la primera mitad de 2016 y aportará hasta 80 millones de euros al año

Los viajeros que pernocten en hoteles de cinco estrellas o cruceros abonarán el impuesto más elevado: dos euros

Viernes 16 de octubre de 2015

Baleares gravará con hasta dos euros las pernoctaciones en los alojamientos de la Comunidad y en los cruceros que atraquen en sus puertos. La medida, que entrará en vigor en el primer semestre de 2016, afectará tanto a los visitantes extranjeros como a los nacionales (incluso a los propios residentes). El Ejecutivo espera recaudar hasta 80 millones.



Baleares sigue adelante con su plan de gravar las pernoctaciones en los establecimientos turísticos de la Comunidad. El Ejecutivo confía en aprobar el proyecto de ley del nuevo tributo a lo largo de las próximas semanas, lo que le permitiría dar luz verde a su implantación en el primer semestre de 2016.

Según recoge el borrador presentado por la presidenta balear, Francina Armengol, la nueva tasa turística, rechazada por buena parte del empresariado, distinguirá entre temporada alta y baja, siendo un 50% inferior en las épocas de menor demanda. Con ello se pretende favorecer un alargamiento de la temporada.

También se distinguirá entre categorías, correspondiendo las cuotas más elevadas a los establecimientos de mayor categoría. En concreto, las personas que pernocten en hoteles de cinco estrellas, apartamentos turísticos de cuatro llaves o en cruceros deberán abonar dos euros por noche en temporada alta, la cantidad más elevada.

Los que lo hagan en hoteles de cuatro estrellas o tres estrellas superior pagarán 1,5 euros, mientras que en los hoteles de tres estrellas o inferiores se cobrará un euro. En todos los casos la cantidad se reduce a la mitad en temporada baja. Los niños menores de 14 años quedarán exentos de pagar el tributo.

El Gobierno balear confía en recaudar entre 50 y 80 millones de euros anuales, recursos que se destinarán a diversas acciones relacionadas con el impulso del Turismo sostenible. Entre otros retos está la preservación y recuperación del medio natural, rural y marino; la mejora de la calidad y la competitividad del Sector Turístico; el desarrollo de infraestructuras relacionadas con el Turismo sostenible; la recuperación y rehabilitación del patrimonio histórico y cultural; el impulso de proyectos de investigación científica, desarrollo e innovación tecnológica; y la mejora de la formación y la calidad del empleo turístico.

También afecta a los residentes

Durante la presentación del borrador, Armengol ha destacado que "se necesitan recursos para reinvertir en el destino y conseguir una mayor sostenibilidad y calidad del producto". Por otra parte, ha anunciado que se abrirá un periodo de debate sobre el nuevo impuesto porque asegura ser "consciente de que el Turismo es el principal motor de nuestra economía y por este motivo queremos que el borrador que presentamos sea objeto de debate por parte del Sector y la sociedad en general".

Por su parte, vicepresidente del Gobierno y consejero de Innovación, Investigación y Turismo, Biel Barceló, recuerda que ya hay tributos similares en muchos lugares del mundo, especialmente en Europa. Además, remarca que "tengo absoluta confianza en la fortaleza de nuestro Sector turístico" y "estoy convencido de que una buena parte del Sector es consciente de la necesidad y la conveniencia de instaurar un impuesto para reinvertir en el producto turístico, que nos permitirá, a la larga, mejorar nuestra competitividad.

Finalmente, la consejera de Hacienda y Administraciones Públicas, Catalina Cladera, explica que "intentaremos que el impuesto del Turismo sostenible se pueda cobrar tan pronto como permita el trámite". Asimismo, aclara que lo tendrán que pagar tanto visitantes como residentes que se alojen en los establecimientos previstos. "Lo pagarán todos, porque las leyes impiden excluir los residentes", añade.

TEMAS RELACIONADOS: