¿Confundimos deseos con realidad? Las declaraciones de Mariano Rajoy sobre la llegada de la recuperación al consumo y a las pymes en el mercado español, después matizadas por el presidente del Gobierno, han generado un debate en el Sector sobre si estamos o no al final de esta crisis.
En este debate hay quienes niegan categóricamente que el consumo de viajes se haya recuperado, argumentando que han sido las empresas y trabajadores quienes se han adaptado a la situación. Y que tanto los ingresos como, sobre todo, la rentabilidad, distan mucho de ser lo que fueron.
Frente a éstos, hay también propietarios y gestores que reconocen un cambio de tendencia, iniciado el invierno de 2013, que incluye una adecuación de los precios (que habían caído en los últimos años), y el adelanto de reservas.
También hay quienes, al igual que alabaron el bálsamo sobre el consumo del optimismo de Zapatero negando la crisis, ven positivo que Rajoy anime a los españoles a consumir, insuflando confianza en el futuro inmediato al anunciar la llegada de la recuperación de la economía.
Cabe recordar las declaraciones en exclusiva que realizó a NEXOTUR el presidente Rajoy en enero, mediante una larga entrevista en la que afirmaba que, además del auge receptivo, el mercado emisor español estaba recuperándose. Y, si bien era cierto el adelanto de reservas en las agencias desde principios de año, el consumo de viajes sufrió vaivenes y dientes de sierra al final del verano y en los grandes puentes posteriores.
El dato clave en que se basa el Gobierno de España para certificar el fin de la crisis es la mejora en la recaudación del IVA (impuesto que grava el consumo de bienes y servicios), y que según revela el secretario de Estado de Hacienda habría crecido un 7% en los últimos meses. Un dato sin duda tan positivo como esperanzador, aunque la caída acumulada del consumo en nuestro país haya superado el 40% durante el último lustro.
Las palabras del presidente Rajoy sobre la recuperación se producen cuando muchas empresas del Sector han hecho el milagro de adaptarse, pero mientras otras tantas resisten cogidas con alfileres, con el grifo crediticio cerrado a cal y canto y el patrimonio de los socios a disposición del banco. No siendo de extrañar que se confunda deseo con realidad.
Cuestión aparte es el tempo político en que el presidente Rajoy hace estas declaraciones: al inicio de la campaña de las Elecciones Autonómicas y Municipales. Lo que resta credibilidad a las mismas.
Máxime cuando ya se apunta a 2015 como año de la recuperación económica, siendo éste un año electoral, que suma las elecciones de mayo a la convocatoria de las Elecciones Generales en diciembre. Ejercicio en que tanto o más que gestionar, el Gobierno debe vender sus logros.
Siete años de crisis es mucho tiempo. Aunque conviene recordar que la bonanza se prolongó durante toda una década.
Para quienes ven el vaso medio vacío, 2015 será otro año perdido, por el efecto electoral, que impedirá la recuperación del consumo de viajes, agravado por la incertidumbre ante una eventual llegada al poder de los partidos radicales. Mientras para quienes ven el vaso medio lleno, estamos en pleno cambio de ciclo económico, el auge del consumo y el regreso a la competitividad perdida, que coincidirá con la regeneración del sistema y los valores que habíamos olvidado.
Sea como fuere (y contando con la estabilidad y el tirón de Alemania y la zona euro), el cambio de signo en nuestra economía parece un hecho, aunque la mayoría de empresarios y profesionales consultados crea que la mejora del consumo de viajes será más lenta de lo deseable y con altibajos. En suma, que 2015 será el año que marque el cambio de ciclo.
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