Los pilotos de Air France decidieron ayer poner fin a una huelga que ha durado dos semanas. Su anuncio se produjo después de que el grupo anunciase el abandono del proyecto de desarrollo de su filial de ‘bajo coste’, Transavia, en Europa. Air France ha dado la bienvenida a la decisión del colectivo, si bien recuerda que los paros "han durado demasiado tiempo".
A pesar de abandonar el citado proyecto, la aerolínea continuará con la expansión de su low cost en Francia, iniciativa con la que espera crear 1.000 puestos de trabajo en un corto periodo de tiempo. Según expone, el fin del conflicto "refuerza la determinación de la compañía aérea de desarrollar su modelo de negocio para reforzar su liderazgo".
Por otro lado, a partir de ahora su principal objetivo será recuperar la confianza de sus clientes, que han sufrido numerosas cancelaciones en las dos últimas semanas. Al respecto, el presidente y director general de Air France-KLM, Alexandre de Juniac, reconoce "ser muy consciente del trauma causado entre nuestros clientes, nuestros empleados y nuestros socios", por lo que aboga por "unir fuerzas en torno al crecimiento y competitividad de los proyectos del grupo".