Las agencias insisten en el desequilibrio que implicará la nueva Directiva de Viajes Combinados. Al igual que ECTAA, DRV y ABTA coinciden en señalar que los ‘portales’ de determinadas transportistas, principalmente aerolíneas, quedarán al margen de la misma, por lo que gozarán de una ventaja competitiva.
La Asociación Alemana de Agencias de Viajes (DRV) rechaza de forma tajante el texto de la nueva Directiva de Viajes Combinados, aprobado por amplia mayoría en el Parlamento Europeo. Al igual que la Agrupación Europea de Asociaciones de Agencias de Viajes (ECTAA), la organización que preside Jürgen Büchy critica que, tal y como está planteada, la revisión de esta normativa implicará "un paso atrás".
Según expone, en lugar de ampliar su alcance a todos los actores turísticos, garantizando así la igualdad de condiciones entre empresas, quedarán al margen de la misma los ‘portales’ de determinadas empresas de transporte, especialmente compañías aéreas. La comisaria europea de DRV, Anne Steinbrück, recuerda que la propia Comisión Europea había advertido en su propuesta inicial que existe un desequilibrio y que, por tanto, sería necesario asegurar que todos los servicios de viaje contratados, independientemente del canal utilizado, estén cubiertos ante el riesgo de insolvencia de la empresa.
Su puesta en marcha ‘sería desastrosa’
Para Steinbrück, la puesta en marcha de la nueva Directiva de Viajes Combinados "sería desastrosa tanto para los consumidores como para la industria de viajes", ya que dejará a determinados actores en una posición de desventaja competitiva y renunciará a proporcionar mayor seguridad a los consumidores. Así, sostiene que el tratamiento de los viajes organizados en Internet y en establecimientos físicos seguirá "siendo desigual".
Asimismo, la asociación alemana entiende que el desequilibrio es aún mayor por el hecho de que se pretenda reforzar las obligaciones de los turoperadores. Por ejemplo, se muestra especialmente crítica con la intención de la Eurocámara de obligar a éstas a asumir el coste del alojamiento o, como alternativa, compensar un máximo de cinco noches con hasta 12 euros, cuando el viajero no pueda regresar a su casa debido a circunstancias inevitables o imprevistas. DRV alerta de la dificultad que supone para un turoperador cubrir este tipo de situaciones.
Por todo ello, Steinbrück sentencia que el texto aprobado por el Parlamento Europeo "ha perdido el objetivo real por el que se inició su revisión y sería perjudicial para la industria de los viajes". "Por lo tanto, necesita una corrección para tener un alcance más amplio", sostiene la responsable de DRV, instando a "todas las instituciones a participar en su modificación para que se fortalezca el mercado de los viajes combinados en Europa".
ABTA reclama una normativa ‘más justa y viable’
La Asociación de Agencias de Viajes de Reino Unido (ABTA) también se ha pronunciado sobre el cambio normativo impulsado por la Comisión Europea, si bien muestra una visión más positivo de las medidas introducidos. Por ejemplo, elogia puntos clave como la reducción de las responsabilidades que se ven obligadas a asumir las agencias de viajes o la exención de determinados viajes de negocios del ámbito de la Directiva de Viajes Combinados.
Sin embargo, la asociación que preside Mark Tanzer coincide con DRV en la importancia de que las ventas realizadas en las páginas web de determinados transportistas no queden exentas de cumplir con las exigencias que se establecerán para el resto de operadores. A su juicio, la inclusión de este tipo de operaciones es fundamental para asegurar una legislación efectiva y coherente que vele por la protección de los consumidores y que sea justa para las empresas.
A este respecto, Tanzer reconoce que "hace falta más trabajo para garantizar que la revisión de la Directiva de Viajes Combinados sea justa y viable". "No obstante, nos complace observar que los eurodiputados han votado a favor de medidas sensatas", puntualiza el presidente ejecutivo de ABTA, quien añade que "todavía hay un largo camino por recorrer hasta que se acuerde un texto final". Por ello, promete que "ABTA continuará trabajando para asegurar que las modificaciones introducidas sirvan para mejorar la normativa, de forma que beneficie tanto a consumidores como a empresas de viajes".
Según DRV y ABTA, tras pasar los filtros de la Comisión Europea y el Parlamento Europeo, ahora será el turno de negociar con los Estados miembros para concretar un texto definitivo. De este modo, teniendo en cuenta de que los países de la Unión Europea tendrán después un plazo de dos años para adaptar sus legislaciones nacionales a los requerimientos de Bruselas, ambas Asociaciones estiman que la nueva directiva no entrará en vigor antes de 2017.