El Palacio de Congresos y Exposiciones de Torremolinos ha sido escenario de un simulacro de ‘explosión e incendio en edificio público’. Organizado por el Ayuntamiento de Torremolinos y la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias, el ejercicio ha tenido como objetivo poner a punto la coordinación de las actuaciones previstas ante hipotéticas situaciones de emergencia o catástrofes.
Efectivos de EPES 061, Cuerpo de Bomberos de Torremolinos, Policía Local, Protección Civil, Policía Nacional, Cruz Roja, SAMU y Dispositivo de Cuidados Críticos y Urgencias de Atención Primaria (DCCU) han sido los protagonistas de este simulacro, planteado a partir de una hipotética explosión e incendio en las instalaciones del recinto de congresos, que en ese momento, y conforme se diseñó, registraba una importante ocupación de personas en un supuesto congreso de Filatelia.
Todas las actuaciones han sido seguidas por el alcalde de Torremolinos, Pedro Fernández Montes, desde un improvisado Puesto de Mando a la entrada del palacio de congresos. El mandatario fue recibiendo novedades puntualmente por parte de los responsables de los distintos servicios participantes, especialmente y de primera mano los de Bomberos, Protección Civil y Policía Local.
Siempre según lo previsto para la atención de este simulacro, los servicios de emergencia procedieron a la evacuación de unas 40 víctimas con supuestas lesiones de diversa consideración, muchas de las cuales fueron rescatadas en diversas dependencias del palacio, tanto en la zona al nivel del suelo como en los sótanos y en la propia cubierta del edificio, a la que accedieron los bomberos mediante el coche-escala que dispone el Parque de Bomberos de Torremolinos.
Máximo realismo
A fin de dar el máximo realismo a este supuesto, durante la actuación se inundaron de humo algunas dependencias, concretamente las salas Mijas y Benalmádena del palacio, donde se encontraban voluntarios que hicieron las veces de víctimas, y que eran rescatadas y trasladadas por los efectivos presentes a los puestos de atención sanitaria improvisados en la zona de jardines del propio edificio. El gran ‘realismo’ de las actuaciones permitió fidelizar todos los protocolos de actuación, sobre todo en el ámbito del rescate de personas durante el hipotético incendio.
La distribución de los recursos humanos y materiales en el entorno del palacio, con la ubicación concreta de los diferentes servicios de emergencia y, sobre todo, la coordinación de todos los departamentos participantes centraron el desarrollo de este simulacro, que se prolongó durante algo más de una hora. A su término se celebró una reunión de trabajo en la que los máximos responsables de los distintos servicios pusieron en común su valoración de las actuaciones a fin de depurar al máximo la efectividad de cara a una eventual intervención en un siniestro de similares características.