Las guerras, el Gobierno de Trump y los precios del petróleo serán clave
La IATA prevé que las compañías aéreas obtengan un beneficio neto de 34.850 millones de euros en 2025, lo que supone un aumento del 16% respecto a los 30.000 millones previstos en 2024 y un margen de beneficio neto del 3,6%. “Este beneficio se conseguirá con mucho esfuerzo, ya que las aerolíneas aprovecharán los precios más bajos del petróleo, manteniendo al mismo tiempo los factores de ocupación por encima del 83%, controlando estrictamente los costes, invirtiendo en la descarbonización y gestionando el retorno a niveles de crecimiento más normales tras la extraordinaria recuperación de la pandemia”, afirma Willie Walsh, director general de la IATA.
Por su parte, se espera que los ingresos totales de la industria sean de 960.000 millones de euros, un nuevo récord que supone un aumento del 4,4% respecto a 2024. En cuanto a los gastos, se prevé que estos crezcan un 4% hasta los 895.160 millones de euros. “Las aerolíneas deben seguir vigilando cada coste e insistir en una eficiencia similar en toda la cadena de suministro, especialmente de nuestros proveedores de infraestructura monopólicos que con demasiada frecuencia nos decepcionan en rendimiento y eficiencia”, añade Walsh.
Respecto al número de pasajeros, se espera un total de 5.200 millones en 2025, otro nuevo récord que supone un aumento del 6,7% frente a 2024. Además, se llevarán a cabo 40 millones de vuelos durante todo el año, un 4,6% más. “Este crecimiento significa que la conectividad de la aviación creará y respaldará puestos de trabajo en toda la economía mundial. Los más obvios son los sectores de la hostelería y el comercio minorista, que se prepararán para satisfacer las necesidades de un número cada vez mayor de clientes. Pero casi todas las empresas se benefician de la conectividad que proporciona el transporte aéreo, lo que facilita el encuentro con los clientes, la recepción de suministros o el transporte de productos”, prosigue Walsh.
Sólo en las aerolíneas, la IATA estima que el empleo crecerá hasta los 3,3 millones en 2025. No obstante, también identifican varios riesgos que pueden influir en el devenir del nuevo año. En primer lugar, las perspectivas empeorarían si las guerras en Europa y Oriente Medio se extendieran. Otro factor clave será la posición de la administración Trump respecto a los aranceles, las guerras comerciales y la descarbonización de la aviación en los Estados Unidos. Por último, los precios del petróleo y, por ende, los costes de combustible serán muy significativos para el resultado final del beneficio neto.