El otoño se ha consolidado como la temporada preferida para el turismo de negocios, que acostumbra a buscar un balance entre trabajo y experiencias personales permitiendo que los asistentes exploren nuevas ciudades mientras realizan actividades laborales. Este destaca además por su capacidad para generar un impacto económico en cualquier temporada, con beneficios tanto para el turismo como para la economía local, pues estos viajes tratan de brindar experiencias completas en las que los participantes disfruten de una oferta total, desde gastronomía hasta actividades de ocio, mientras llevan a cabo sus jornadas de trabajo. Pero su organización puede ser enormemente compleja.
Definir el propósito del viaje facilita la elección del evento adecuado
"Aunque es cierto que este tipo de turismo está cada vez más extendido, organizar toda la agenda puede suponer un motivo de estrés extra para las empresas. Y es que, planear todas las actividades relacionadas con el ocio a la vez que se compaginan con jornadas y reuniones, es una tarea en sí misma", explica Luca Carlucci, CEO y cofundador de BizAway. "Por eso, cada vez son más las compañías que confían en agencias especializadas en gestionar viajes de negocios que proporcionan una solución rápida, completa y experta para organizar estos viajes, cubriendo tanto las necesidades propias de los negocios como el tiempo para disfrutar del ocio, creando un viaje a medida con las máximas garantías de éxito".
La preparación de un viaje MICE exitoso requiere planificación y atención al detalle. Según los expertos de BizAway, entre los puntos clave están definir con claridad el propósito del viaje, lo que facilita la elección del tipo de evento adecuado y mejora la logística; colaborar con agencias para una gestión eficiente, ya que estas pueden coordinar tanto lo esencial como lo extra, desde cenas privadas hasta tours exclusivos; optimizar los costes mediante herramientas que centralicen la administración de gastos; y asegurar una preparación con antelación suficiente para garantizar la disponibilidad de los espacios y promocionar el evento de manera adecuada.
Una vez terminada la jornada laboral, el tiempo libre se convierte en una extensión del viaje MICE, ya sea con actividades organizadas como visitas a museos o dejándolo al gusto de cada trabajador, quien puede optar por explorar la ciudad, relajarse o regresar al hotel. El head of sales de BizAway, Giovanni Bernardi, resume el atractivo de esta experiencia: “El turismo MICE es una oportunidad única para que las empresas combinen lo mejor de ambos mundos: fortalecer sus relaciones laborales mientras exploran nuevos destinos y culturas”.
Con estos beneficios, el turismo MICE se perfila no solo como una tendencia en crecimiento, sino como una ventaja competitiva para las organizaciones, impulsando la atracción de talento en un sector que combina efectividad y experiencias enriquecedoras.