El comportamiento del cliente y la deuda arrastrada desde la pandemia son algunos de los retos a tratar
El Informe de Turismo 2023, realizado por la consultora española Open-Ideas, ha reunido a trece expertos para analizar la situación del Sector en España una vez superada la pandemia. De esta misma manera, también han profundizado en cómo está siendo la recuperación del Sector y los riesgos y oportunidades a los que se enfrenta.
Después de las dificultades por las que se ha pasado, ahora aflora el gran reto climático al que se enfrenta la sociedad, su impacto en el Sector Turístico y el papel que este debe jugar en su prevención y mitigación. Se puede apreciar que las perspectivas para el apartado son de elevado crecimiento, con tasas interanuales del 50% y alcanzando los niveles prepandemia en la mayoría de los segmentos, tanto del turismo nacional como internacional, con la excepción destacada del intercontinental.
Y es que la digitalización y sostenibilidad están siendo aspectos muy importantes a tratar, al igual que el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Este está suponiendo la mayor inversión en mejora de competitividad nunca realizada en el Sector, movilizando más de 1.500 millones de euros durante los próximos años.
Hablando de más retos para el turismo, se señala que la inflación y la inestabilidad económica pueden tener efectos perjudiciales para los diferentes destinos, empresas turísticas, stakeholders, turistas y residentes. Por lo que, se deben tener muy cuenta y es un desafío a superar para el Sector.
Con respecto al Sector aéreo, los viajeros se enfrentarán a un posible aumento de los precios de los billetes de avión, impulsado principalmente por el encarecimiento del combustible, que representa en torno al 25% de los costes de las compañías aéreas. En este sentido, el tren será cada vez más accesible para los usuarios gracias a la llegada de los nuevos operadores al mercado.
Otro aspecto será el comportamiento del consumidor turístico. Si la situación económica actual se mantiene, los turistas podrían modificar sus hábitos vacacionales, y tendrán en cuenta factores como el precio, los descuentos y promociones, valores añadidos tanto en alojamiento como en transporte, y el poder seguir teletrabajando para adoptar un estilo de vida más nómada.
Un reto que es fundamental para las empresas turísticas es la deuda arrastrada de la pandemia que van a tener que empezar a devolver. Como consecuencia, se seguirá produciendo un fenómeno de concentración, tanto en las cadenas hoteleras como en la intermediación y en las aerolíneas. Otro reto importante para el Sector es conocer y reconocer mejor a los clientes. Para ello, es necesario la digitalización y la explotación de los datos con el propósito de ofrecer al cliente una experiencia personalizada.