Tarragona es una provincia llena de contrastes: desde los parajes verdes y montañosos de la zona interior a sus casi 90 kilómetros de playas, se convierte, también, en un territorio idóneo para explorar en autocaravana. A través de sus carreteras y haciendo una parada en alguno de sus principales enclaves, el Camping Playa Montroig propone tres rutas para conocer la provincia a través de su red de carreteras y la propia autocaravana.
Tarragona es un territorio idóneo para explorar en autocaravana
Ruta Modernista: Riudoms – Reus – Tarragona
El punto inicial no es otro que Riudoms, el lugar de nacimiento del arquitecto Antoni Gaudí. Allí, se conserva la antigua casa familiar del artista, ahora reformada y apta para visitas. A menos de 10 minutos resiguiendo las suaves curvas de la T-310 se llega a Reus,
una ciudad que homenajea a los principales artistas de la corriente modernista como Lluís Domènech, Pere Casells y también, Antoni Gaudí, que tiene una ruta propia por el municipio. La capital del
Baix Camp es lo suficientemente interesante para pasar allí, al menos, la mitad del día.
Al salir de Reus, recorrer la T-11, invita a dar un paseo de tarde por Tarragona, ciudad que alberga 55 edificios modernistas de entre los cuales destacan la Casa Rosell; el Mercat Central o la Quinta de Sant Rafael, entre otros.
Ruta medieval: Alcover – Montblanc – Farena
La primera parada es Alcover, un pequeño pueblo de interior donde hay una zona de servicio para
autocaravanas.
Un paseo por este pequeño pueblo es suficiente para apreciar rápidamente su legado medieval en sus murallas. En un recorrido de menos de 20 minutos por la C-14, a la cual es sencillo incorporarse desde Alcover, se hace obligada una parada en Montblanc, que tiene el mayor recinto amurallado de Cataluña: un deleite para los amantes de la Edad Media y un perfecto escenario para hacer fotografías a sus iglesias, conventos, murallas y plazas.
De nuevo en la carretera,
cobran especial protagonismo los parajes naturales entre la Riba y la última parada de esta ruta: Farena. Este pequeño pueblo en las montañas de Prades es todo un viaje al medievo, además de un lugar donde tomar una deliciosa merienda tras explorar espectaculares rincones naturales como el Toll de l'Olla: una cascada de aguas cristalinas en medio del bosque.
Ruta litoral: Cambrils – El Perelló – l'Ampolla
Un recorrido que fusiona los paisajes que dejan la belleza de las aguas del Mediterráneo, junto con una oferta gastronómica a la misma altura. Uno de los
enclaves que mejor lo ejemplifica es Cambrils, por sus playas y su típico arroz negro con chipirones. La Autovía del Mediterránea o A-7 conecta en 40 minutos con El Perelló, un pueblo donde degustar café con algún dulce de miel, producto estrella de la zona dada su tradición apicultora.
Para finalizar este
itinerario más playero, a 20 minutos por carretera se encuentra el siguiente municipio, l'Ampolla. Ofrece un vasto abanico de ofertas de ocio y restauración ideal para una agradable cena después de recorrer sus playas, visitar sus miradores e incluso practicar algún deporte acuático.