Lo primero que indica es que al empezar a trabajar en un programa de viajes sostenible, el primer paso es auditar las actividades que se desarrollan durante el mismo y establecer una línea base. Después de esto, se pueden identificar las oportunidades para reducir la huella e implementar iniciativas para neutralizar las emisiones.
Al buscar proveedores, destaca que es importante informarse sobre sus prácticas en materia de sostenibilidad. Así, al evaluar los proveedores aéreos, se puede observar la antigüedad de su flota (los aviones más antiguos tienden a ser menos eficientes) y si cuentan con aviones de bajas emisiones y contribuyen con programas de compensación. También informa de la necesidad de asociarse con hoteles que cuenten con certificaciones ambientales. Por lo general, los hoteles con estas credenciales cuentan, por ejemplo, con cabezales de ducha con regulación de agua o inodoros, programas de iluminación y lavado de ropa de bajo consumo.
Recomienda ofrecer incentivos a aquellos viajeros que desean hacer una elección más sostenible
American Express Global Business Travel indica que una política de viajes puede permitir a los empleados adquirir un asiento de clase Business en ciertos vuelos, pero es más ecológico volar en Turista. En este sentido, recomienda ofrecer incentivos a aquellos viajeros que desean hacer una elección más sostenible y renunciar a la clase Business, lo cual, probablemente, no suponga un coste extra para la compañía, ya que evitará el elevado precio de la clase Business.
Asimismo, debido a las altas emisiones de CO2 y gasto de combustible durante los despegues y aterrizajes, resalta que la opción más sostenible al viajar en avión es elegir un vuelo directo. A veces esta opción es más cara que haciendo escala, pero más económica en cuanto a la compensación de carbono, si la empresa cuenta con un programa sostenible.