La caída de las reservas británicas para el verano anunciada por los hoteleros de Benidorm y otras zonas turísticas apunta el final de los días de vino y rosas. Y la previsión de turoperadores y grandes redes minoristas es de reducción de la facturación, aunque, como es el caso de Travelplán, incrementando el margen y la rentabilidad. Está por ver, no obstante, la capacidad de resistencia de la única actividad económica que no se gripó durante la crisis, y que continúa siendo "el mejor refugio ante el estrés" para buena parte de los ciudadanos, sean españoles o extranjeros. Pese a lo cual, todo apunta a que este será un año en el que emisor y receptivo sufrirán un cierto parón y marcha atrás.
Pero hay hechos que es importante constatar. El Turismo ha crecido por encima de la economía. Y esto se traduce en un incremento de su contribución al Producto Interior Bruto (PIB), el cual roza ya el 12%, situándose en un 11,7%, dato adelantado por el profesor Manuel Figuerola y la Mesa del Turismo, que prevé crezca otro punto y medio hasta el 11,85%, tras haberse incrementado casi el 27% en los últimos cuatro años. Y aún no ha tocado techo, ya que podría alcanzar el 13% del PIB en 2024, contribuyendo a resolver importantes desequilibrios macroeconómicos. Dato y estimación que debieran llevar a nuestra sociedad y a la clase política a valorar más el Sector.
Lo más sorprendente es que, pese a su incuestionable importancia, la investigación turística sea manifiestamente mejorable... y casi carezca de recursos.
¿Cómo puede el Sector prever qué va a pasar y de qué manera le afectará el cambio de ciclo económico?... desde el flujo emisor británico tras el Brexit a la recuperación de destinos competidores mediterráneos, pasando por la caída de la ocupación hotelera o la evo-lución del gasto medio y los nuevo hábitos del consumo turístico, ya sea por parte del emisor como del receptivo.
La meritoria labor que está desarrollando las Organizaciones empresariales sectoriales, como UNAV con su ObservaTur o CEHAT con el Observatorio Hotelero, debieran contar con el apoyo de unas Administraciones turísticas que se sirven del Turismo, pero que no le dan la atención y el tratamiento que por su importancia merece.
Aunque el empresariado ha aprendido de la crisis y está en disposición de ganar más con menos, aplicando una gestión mucho más eficiente de recursos y costes, brillan por su ausencia la investigación y la prospectiva.
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