"En el momento del ataque, el barco estaba a 600 millas náuticas de las costas de Somalia, en un área que no se considera peligrosa, y a 180 millas náuticas de las Seychelles", explica Aponte. Los piratas se aproximaron al barco en una pequeña lancha motora disparando con armas automáticas. "Todas las medidas de seguridad adoptadas funcionaron perfectamente", afirma el propietario de MSC Crociere.
"El capitán Ciro Pinto siguió todos los protocolos de seguridad establecidos, llevando al barco fuera de peligro con una serie de maniobras evasivas y cambiando el rumbo con las luces apagadas", detalla. "Incluso en una situación crítica", subraya Aponte, "el personal en tierra y la tripulación que estaba a bordo demostraron una gran profesionalidad y una extrema lucidez, lo que permitió al barco continuar con su itinerario sin más problemas o consecuencias para los aproximadamente 1.000 pasajeros, ni para los 500 miembros de la tripulación".










