Mallorca, Ibiza, Menorca, Formentera, Barcelona, Roma y Berlín son las ciudades europeas con las tasas turísticas más altas, según pone de manifiesto un estudio realizado por Liligo. En el caso concreto de Baleares, donde el precio por pernoctación
se duplicó el pasado mes de enero, las cuatro islas mencionadas tienen tarifas que van desde cuatro euros por persona y noche en hoteles de cinco estrellas, tres euros para los de cuatro, dos para los de dos y tres estrellas y uno para hostales, pensiones, posadas u otras infraestructuras turísticas como
campings, albergues o refugios. En cuanto a las viviendas de uso turístico, en la Comunidad se cobra cuatro euros por viviendas de cuatro llaves superior, tres por las de tres llaves superior y dos por el resto.
Baleares duplicó su tasa turística el pasado mes de enero
Cataluña, que fue pionera en España en el establecimiento de una tasa turística, cuenta con una tarifa distinta para Barcelona y el resto de la Comunidad. En la ciudad condal va desde 2,25 euros por persona y día si el turista se aloja en un hotel de cinco estrellas o camping de lujo a 0,65 euros en el resto de establecimientos que no sean hoteles ni apartamentos turísticos. En el resto de la Comunidad, la cuota oscila entre 2,25 y 0,45 euros.
Son muy comunes en Alemania, Italia y Holanda
Del resto de países de la Unión Europea, Italia, Alemania y Holanda figuran entre los que más cobran al turista por pernoctar. Cada estado alemán tiene su propia tasa turística. Por ejemplo, en Berlín y Colonia
se grava de acuerdo a un porcentaje (5%) del total de la factura del alojamiento, mientras que en Hamburgo van desde 0,50 céntimos a cuatro euros, en función del alojamiento. En cambio, en Múnich no tienen tasa turística.
En Holanda
utilizan el mismo criterio que en Berlín. Tanto en Ámsterdam como en ciudades como Utrecht se rigen por una tasa única del 5% del total del coste de alojamiento. En Eindhoven se reduce al 3,5% y en Rotterdam se sitúa en el 4,5%.
Finalmente,
Italia tiene tasas turísticas parecidas que
van desde tres a siete euros, como es el caso de Roma, o de tres a cinco euros en Nápoles, Venecia o Florencia. La excepción es Milán, que tiene una tasa que fluctúa entre dos y cinco euros, pero con una reducción del 50% en el importe durante la temporada de verano.