Construidas en madera y brezo, las cabañas se adaptan al entorno natural del parque de animales. Algunas de estas disponen de ventanales panorámicos con los que poder contemplar todos los escenarios que ofrece el parque. Las familias pueden realizar safaris nocturnos y diurnos, mientras que los más pequeños pueden realizar talleres medioambientales y laboratorios de ciencias naturales.
“La clave del éxito radica en evolucionar de forma permanente, dando forma a productos turísticos novedosos y divertidos que ofrezcan a las familias actividades suficientes para ocupar su tiempo y hacer que crezca el deseo de volver”, señala el vicepresidente de Magic Costa Blanca, Javier García, concluyendo que “con Magic Natura configurábamos un destino vacacional novedoso, absolutamente desconocido en el mercado turístico, y hemos acertado”.