Ubicado en Barcelona, se presenta como alternativa tanto para el turismo leisure como para el sector MICE
El hotel está próximo a las playas que unen el Puerto Olímpico y el Forum y, anteriormente, acogía a un concesionario de la firma Seat, del que se han respetado elementos de su estructura como por ejemplo una escalera curva, alternativa para subir sus ocho plantas.
El establecimiento dispone de 195 habitaciones repartidas en cuatro tipologías (136 dobles, 33 triples, 22 familiares y cuatro junior suites) y decoradas con colores arena y estampados florales. Todas están equipadas con televisión de 49 pulgadas, minibar, caja fuerte, kettle para té e infusiones, albornoz y zapatillas. La mitad de los baños están dotados de bañera y la otra mitad de ducha. Muchas de ellas también disponen de una terraza con vistas al Tibidabo y a la Torre Agbar. Además, el anterior spa ha sido objeto de una total transformación, sustituyendo el antiguo jacuzzi por una amplia piscina con chorros.
Restauración y salones
La oferta gastronómica está a cargo de su restaurante Garum con capacidad para 70 comensales, y de Juan Antón, un chef que apuesta por una cocina fusión de sabores mediterráneos (por ejemplo, ‘Humus de berenjenas ahumadas con nachos’, ‘Wok de pollo tandoorimassala con verduras y setas’ o ‘Suquet de rape con mejillones, gambas y alioli’). También dispone de un menú de mediodía por 17,50 euros.
Para el turismo MICE el hotel tiene habilitados cuatro salones: Mare Nostrum, panelable para transformase en dos, con capacidad para 110 personas en disposición teatro; Calipso, para 60 personas; y Barcino, para 40. Todos ellos equipados con pantalla, proyector, micrófono, material de escritura y aguas.