Jordi Clos ha explicado que 2017 "ha sido un ejercicio singular, que se ha dividido en dos bloques, el primer semestre donde se han alcanzado unos resultados muy buenos y el segundo semestre con unas cifras de ocupación mucho más bajas motivadas por diferentes aspectos". Entre ellos, ha resaltado no solo la incertidumbre sociopolítica, sino también las huelgas en el aeropuerto de El Prat, los ataques a infraestructuras turísticas y los atentados del 17 de agosto en La Rambla de Barcelona y Cambrils.
También se ha referido como causa de la situación que vive el turismo en Barcelona a los mensajes que salen desde el Ayuntamiento de la ciudad. "El problema se arrastra desde hace meses fruto de los mensajes contrarios a la actividad turística en Barcelona, que de manera reiterada se han lanzado desde diversos sectores del Gobierno municipal". Clos ha mostrado su preocupación por el hecho que entre los visitantes internacionales y locales ha cuajado la percepción que en Barcelona los turistas no son bien recibidos.
La facturación de los hoteles de cinco estrellas ha caído un 35% en diciembre
Dentro del balance del sector hotelero de Barcelona en 2017, el presidente del Gremio de Hoteles ha señalado que la ocupación se ha situado en un 80%, la misma cifra que en 2016; el precio medio se ha cerrado en 138 euros, cifra que representa 7,5 euros más que el año anterior; y la facturación se ha cerrado con un crecimiento del 6%, pero con importantes caídas de los últimos meses, que han sido alrededor del 15% en los meses de octubre y noviembre y del 25% en diciembre. En el caso de los hoteles de cinco estrellas, la facturación durante el mes de diciembre ha sufrido un descenso del 35%. Los mercados de origen más afectados han sido el doméstico, el anglosajón y el visitante americano.
Fuera del Sector MICE
En cuanto al
Turismo de Reuniones, Jordi Clos ha afirmado que "
Barcelona está en alguna ocasión quedando excluida del listado de ciudades candidatas a la organización de ferias, congresos, convenciones o reuniones de empresa: r
ecibimos menos peticiones y no se concretan tantas candidaturas como pasaba antes". Asimismo, ha añadido que "lo más negativo es que no se percibe un cambio de dinámica. Nos afecta ahora y lo hará durante el año que viene,
incluso de aquí a dos años con las reservas anticipadas afectadas".
Respecto a las previsiones para 2018, Clos no se ha mostrado positivo. "Hemos tenido un enero que ha funcionado igual al del año pasado.
Entraremos al mes de febrero en negativo, salvo los días del Mobile World Congress, y los meses de marzo y abril están muy afectadas las reservas on the books, especialmente en el turismo de negocios".
Ante este panorama, el presidente del Gremio de Hoteles ha pedido a los representantes del Ayuntamiento de Barcelona que
cambien su posicionamiento sobre la actividad turística en la ciudad con el objetivo de seguir garantizando la estabilidad económica de la capital catalana. Para Clos, "hay que encontrar un punto de equilibrio para garantizar la convivencia entre los ciudadanos de Barcelona y los turistas que eligen nuestra ciudad como destino turístico". "Creemos que tienen que utilizarse los recursos especialmente reservados con esta finalidad, como el impuesto turístico, y
tienen que duplicarse los esfuerzos en promoción destinados hasta ahora", ha subrayado.